Dos testigos protegidos desmontan la versión de los terroristas
Driss Oukabir, presunto yihadista que alquiló la furgoneta con la que se perpetró el atropelló masivo de Barcelona, aseguraba no tener relación con el atentado. Uno de los testigos lo reconoce como asiduo de la casa de Alcanar donde se estaba preparando el acto terrorista
Madrid
Este lunes han declarado en la Audiencia Nacional dos testigos protegidos en la causa de los atentados del 17 de agosto de 2017 en Cambrils y Barcelona. Uno de ellos, procedente de Alcanar (Tarragona), ha situado a Driss Oukabir y a Younes Abouyaaqoub en la casa en la que se preparaban los atentados. El segundo testigo, un camarero de un bar, asegura que le sorprendió la actitud de liderazgo de Oukabir cuando lo vio reunido con otro terrorista en un bar. Unas declaraciones decisivas porque desmonta totalmente su argumento de defensa.
La célula terrorista se organizaba en un chalet en la localidad de Alcanar. En ella se produjo una explosión el día anterior a los atentados, donde murieron varios miembros del grupo yihadista que perpetró los atentados y su presunto líder, el imán de Ripoll.
Hasta el momento, Driss Oukabir aseguraba que a pesar de haber alquilado la furgoneta con la que Abouyaaqoub perpetró el atropello masivo en Barcelona, no tenía nada que ver con la célula terrorista. El primero de los testigos protegidos ha señalado a Oukabir tanto en reconocimiento policial como judicial y lo ha situado en Alcanar.
Según Antonio Guerrero, abogado de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, los testimonios “sitúan a Driss Oukabir en la casa” por lo que, consecuentemente, “es una persona que estaba vinculada a los atentados terroristas”.
El segundo testigo, un camarero de la localidad de Tona (Barcelona) ha asegurado ver a Oukabir y a Abouyaaqoub reunidos el día anterior a los atentados. Según su declaración, el primero tenía una actitud de liderazgo y parecía que intentaba convencer al segundo, el que se convertiría en autor material del atentado, de que hiciera algo.
Se levanta parcialmente el secreto de sumario
La instrucción judicial de los ataques terroristas que acabaron con la vida de 16 personas y dejaron más de cien heridos se inició hace un año. Durante todo el proceso de investigación, la instrucción ha estado bajo secreto de sumario, considerando el titular del Juzgado Central de Instrucción número 4 que el conocimiento público del proceso podría entorpecer “gravemente el resultado de la investigación”.
El pasado 31 de julio, momento en que se llamó a declarar a los dos testigos protegidos, se decidió levantar parcialmente el secreto a cinco de las nueve piezas del sumario: aquellas que tratan sobre las víctimas lesionadas y fallecidas, daños materiales, personaciones y sobre la situación personal e investigación patrimonial de los investigados. Sin embargo, el juez ha prohibido totalmente la copia y difusión del material en el que aparecen imágenes del atropello en La Rambla y de los terroristas manipulando explosivos.
El resto de las piezas, las relativas a entradas y registros, comunicaciones telefónicas y protección de testigos y comisiones rogatorias continúan bajo el secreto de sumario. De esta forma el juez se asegura de que las partes no analicen datos de la investigación que pueden ser decisivos en la causa.
La célula yihadista que realizó los atentados estaba compuesta por doce miembros. Ocho de ellos murieron en la explosión de la casa de Alcanar o abatidos por las fuerzas de seguridad. El resto, Driss Oukabir, Mohammed Aalla, Salh El Karib y Mohammed Houli Chemlal, fueron detenidos y puestos a disposición judicial como presuntos miembros del grupo terrorista. Oukabir y Chemlal se encuentran actualmente en prisión provisional y sin fianza, mientras que Aalla y Salh El Karib se encuentran en libertad provisional.