Los socios de SGAE rechazan el cambio de estatutos

Madrid

Ni la gestión del pasado año. Ni las cuentas de ese mismo ejercicio. Ni tampoco la reforma de estatutos. De manera mayoritaria, los miembros de SGAE han querido dejar clara su oposición a lo que su presidente Fernández Sastrón les había propuesto. Y ello puede interpretarse como una verdadera "moción de censura" a su dirección, durante la que se ha acentuado la fractura interna que lleva años creciendo sin que nadie pueda ponerle freno de manera efectiva.

Estaba en cuestión el futuro de SGAE porque de haberse aprobado la reforma estatutaria en cuestión, que le permitía a Sastrón volverse a presentar para dos mandatos más y que consagraba un reparto de derechos más que discutido por beneficiar a unos músicos en detrimento de otros socios, es más que probable que el gobierno se hubiera visto forzado a tomar medidas drásticas.

En este sentido, el voto negativo a esa reforma a la que SGAE esta obligada por Real Decreto ha sido abrumador: un 66% de los emitidos, que es justo el porcentaje de votos afirmativos que se necesitaban para aprobar esa modificación estatutaria que ha provocado la fractura de SGAE, donde se vive un clima de "guerra civil" que hace muy difícil vislumbrar una salida negociada a la crisis de gestión en la que vive esta sociedad centenaria.

Rechazada la reforma, queda ahora por saber qué va a proponer el nuevo ministro de Cultura que se ha encontrado con esta "patata caliente" sobre su mesa y que sabe que el PSOE ha pedido hace pocas semanas la intervención de la sociedad. La reforma tendría que estar aprobada a mediados del mes que viene, pero no parece que haya tiempo material para ello.

En la asamblea celebra este jueves, algunos socios han exigido la dimisión de Fernández Sastrón y la constitución de una gestora que pueda hacerse cago de la dirección de la SGAE y que prepare unas nuevas elecciones. Sin embargo, estas propuestas no han sido votadas.

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