Del anonimato a estrella en Internet: así se gestiona el éxito de un 'influencer'
Personas que han convertido un simple 'hobby' en un trabajo
Madrid
Ser influencer se ha convertido en un trabajo para muchas personas, sobre todo jóvenes, y una forma de darse a conocer y tener su sitio en el mundo público. Algo que en un principio era un simple hobby se ha transformado en un trabajo como otro cualquiera, ya sea para entretener, influir con sus mensajes o hacer recomendaciones sobre estilo de vida.
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Sin embargo, el eterno debate de si esto es un trabajo o no sigue encima de la mesa y siempre habrá discrepancias entre las personas. Sea como sea, personas de a pie han conseguido llegar a miles de personas con su mensaje, ya sea a través de Twitter, Youtube o Instagram.
Adelita Power (Youtube)
Con más de 400.000 suscriptores en Youtube, Abigail Frías da vida a Adelita Power, un personaje con sus gestos particulares y los cuales ha acabado incorporando a su vida diaria. Han pasado seis años desde que empezó a dedicarse a los vídeos de Youtube, un momento donde casi nadie vivía ello. De hecho, ella misma confiesa que no se esperaba llegar a tanta gente. "Es curioso que yo me grabe sola en casa hablándole a la cámara y luego le llegue a tantísimas personas", afirma Adelita a Cadena SER.
Hay quien dice que tu trabajo tiene que gustarte, que tiene que ser algo que realmente te apasione y Adelita es una de esas personas. Su pasatiempo favorito se ha convertido también en su trabajo y asegura que "el día que deje de disfrutar con esto lo dejaré".
Normalmente le dedica una mañana entera a editar y grabar sus vídeos pero si es una parodia entera "son varios días de escribir la letra, grabar el videoclip y editarlo". Sin embargo, admite que lo que más trabajo le cuesta son las redes sociales como Twitter. "Le dedicamos mucho más tiempo, estás conectado las 24 horas del día".
Aunque su objetivo principal sea pasárselo bien y entretener a sus miles de seguidores, tiene un mensaje de fondo en cada uno de sus vídeos. "No lo digo directamente, pero siempre he intentado transmitir que hay que respetarnos los unos a los otros, seamos como seamos y que al final lo más importante es pasárselo bien en lo que hagamos, mientras no le hagamos daño a nadie".
Además de seguir con su canal de Youtube, quiere mejorar como monologuista y continuar con el programa Señoras Fetén, "un programa donde cuatro chicas hablamos de todo tipo de temas en modo podcast".
Bebi López (Twitter)
Una de las tuiteras más influyentes de Twitter es anónima, tiene 490 mil seguidores en esta red social y ha escrito, hoy por hoy, tres libros. Su cuenta nació "como una burla a lo que llevaba sufriendo años: el estúpido cliché de rubia tonta heteronormativa", explica López. Aunque con el paso de los años ha ido llegando a más personas, ella dice que no creó su cuenta para hacerse conocida sino para "quejarme a través de mi humor".
Con un mensaje reivindicativo y feminista, ha escrito tres libros donde se habla de una revolución, y esta es "la liberación personal, sobre todo la femenina". "La lucha por ser una misma a pesar del 'qué dirán', del 'vas demasiado fresca' o del 'estudia esto'".
Aunque es cierto que con sus mensajes comprimidos en unas cuantas palabras, ha influido y ayudado a muchas chicas, admite que desde que escribió su primer libro Amor y asco "el contenido ha pasado a ser mayoritariamente narraciones de los 'hasta aquí' de la gente, sobre todo de mujeres. Me cuentan cómo han decidido ser ellas mismas y luchar por lo que quieren, y me dan las gracias. Creo que es lo más bonito".
Algo que en un principio había nacido con el sencillo propósito de transmitir su visión de la realidad a través del humor, se ha convertido, no solo en un trabajo, sino en una herramienta para poder "extender todo lo que puedo el discurso feminista y de igualdad social" afirma la influencer.
Rocío Camacho y Alexandra Pereira (Instagram)
Instagram es otra de las redes sociales que, en un principio no se creó como una herramienta de trabajo, pero que al final miles de personas han visto ahí una buena oportunidad para explotarla en beneficio propio.
Es el caso de Rocío Camacho y Alexandra Pereira, dos chicas que comenzaron de forma diferente en este mundo, pero con unos objetivos parecidos. Con más de 138 mil y más de un millón de seguidores respectivamente, ambas influencers se han abierto camino en el mundo de la moda a través de esta red social.
En una cosa están de acuerdo: nunca pensaron que llegarían tan lejos y menos cuando al principio era un simple hobby. "Nunca pensé en convertir mis publicaciones en un trabajo, creo que es algo que llega de manera natural", comenta Camacho.
Alexandra Pereira comenzó su andadura en este mundo a partir de un blog que tenía en 2009. Desde entonces, fue creciendo hasta tener su propia marca de ropa, Lovely Pepa. Aunque, como dice ella, lo que se muestra al público son situaciones "perfectas" en su cuenta de Instagram, detrás de todo eso hay un equipo grande trabajando en frente de un ordenador una serie de horas al día.
"Son muchas cosas que la gente no ve. Mostramos la parte más idílica como puede ser posar en lugares bonitos, con un amanecer o atardecer, pero hay mucha gente detrás. Solo con el blog tenemos a 5 personas que se dedican a ayudarme a mí, a gestionar las redes sociales, el contenido que creamos además de gestionar la propia empresa [Lovely Pepa]", asegura Pereira.
En este sentido, Rocío Camacho cuenta con emoción que cada día es una aventura. "No tengo una rutina fija porque es prácticamente imposible". Aun así, su día suele empezar entorno a las 8:30 de la mañana y a lo largo de ella, suele estar en su agencia Call My Agent y por las tardes se dedica a hacerse fotos para su Instagram. "Nada más llegar a casa me pongo a editar para enviar las fotos de colaboraciones a mi agencia y cuadrar que foto subiré a lo largo de la semana".
Aunque trabajan en el mismo mundillo, sus objetivos son diferentes. Por un lado, Pereira está convencida que donde más influye en el ámbito de la vida saludable. "Cuando comparto videos de fitness les ayudo a estar más motivados para entrenar, les ayudo a luchar por lo que quieren".
Por su parte, Camacho no cree que ayude como tal, sino que aporta ideas de cómo combinar la ropa, consejos o recomendaciones. "Es fundamental recordar a los seguidores que aunque la ropa y el maquillaje es genial y divertido no es lo más importante en la vida", resalta la influencer.
Un trabajo poco aceptado en la sociedad
Ser influencer se ha convertido para muchos en una forma de vida (como ya hemos podido ver), algo que no todo el mundo ve con buenos ojos.
"Es un trabajo muy nuevo, por decirlo de alguna manera, y entiendo que haya gente que le cueste aceptar que dedicarse a las redes sociales no es un trabajo como tal" comenta Camacho, pero es algo que da mucha "rabia". En la misma línea, Adelita dice que es comprensible que "nos vean como unos vagos" pero "no es un trabajo fácil, igual en un año vives de esto o puede que no veas un euro en toda tu vida".
No es una profesión de la que puedas beneficiarte completamente de la noche a la mañana. Lleva su trabajo y no es un camino de rosas. "Hasta que no llevaba más de 2 años no empecé a vivir de esto, tenía como 150.000 suscriptores", dice Adelita. Pero dependiendo del momento, puede irte mejor o peor. Ella lleva tres meses sin campañas grandes, por lo que "significa 3 meses sin cobrar ya que de visitas es casi imposible vivir".
Aunque no pueden darnos cifras oficiales, en Instagram pasa más o menos lo mismo. "Una vez alcanzado un tamaño superior a los 200 mil seguidores, alguien puede llegar a generar suficientes ingresos para vivir cómodamente de este trabajo", pero Gus Fallaha, agente de Alexandra Pereira, apunta que esto no significa que cualquier persona que tenga este volumen de seguidores, pueda vivir cómodamente de ello.
"Estas cifras relacionan con nuestra experiencia en el mundo de la moda y estilo de vida. Existen perfiles que tratan de otros asuntos y aunque puedan tener una cantidad importante de seguidores, no tendrán tanta relevancia a nivel de promoción para las marcas y por lo cual no generarán beneficios".