El juez teme que Sànchez pueda movilizar a la gente contra un resultado adverso el 21-D
En su auto, el juez explica que entre las "situaciones de riesgo" que podría generar su salida esporádica de prisión está "propiciar que los tumultos se materialicen en respuesta a la conformación institucional que resulte de los comicios" del 21-D
Madrid
Jordi Sànchez, número dos de Junts Per Catalunya sólo por detrás de Carles Puigdemont, tendrá que hacer campaña electoral desde la cárcel de Soto del Real. El juez Llarena ha decidido no dejarle salir de permiso para acudir a actos electorales, entre otras cosas, ante el riesgo de que pueda movilizar a la gente para protestar contra un posible resultado adverso en las urnas para el bloque soberanista.
El magistrado instructor del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, desliza esta idea en el último párrafo de su auto: sus posibles salidas de prisión "no sólo facultarían el impulso de movilizaciones inmediatas", dice el juez, "sino que pueden aprovecharse para propiciar que los tumultos se materialicen en respuesta a la conformación institucional que resulte de los comicios". Unas movilizaciones que también podrían surgir "como reacción a cualquier reacción política que cristalice el modo que rechaza el ideario del acusado".
<p>El juez Llarena ha negado a Jordi Sànchez poder salir de la cárcel de permiso para acudir a actos electorales o conceder entrevistas </p>
Es decir, el magistrado cree que Sànchez podría movilizar al electorado independentista en la calle contra un posible resultado adverso en las urnas del 21 de diciembre si, por ejemplo, el Govern resultante no favorece los intereses de los partidos que buscan la independencia.
Violencia, tumultos y #EnfoCATs
Una vez más, el juez Llarena vuelve a deslizar en sus escritos de esta macrocausa contra el procés independentista que sitúa los altercados violentos en el centro de la investigación, otorgando máxima importancia a la capacidad que atribuye a varios imputados de movilizar a la gente en Catalunya: Jordi Sànchez, Jordi Cuixart, Oriol Junqueras y Joaquim Forn.
Son unos argumentos que el juez ya ha desplegado en autos anteriores, por ejemplo con el que mantuvo a los cuatro en prisión provisional el pasado cuatro de diciembre: "Sus aportaciones están directamente vinculadas a una explosión violenta que, de reiterarse, no deja margen a la corrección", dijo entonce el juez. En la providencia del pasado día once, en la que pedía a la Guardia Civil extender la investigación a partidos políticos, asociaciones y todo aquel que apareciese reflejado en el documento #EnfoCATs, el magistrado también ubicó la movilización de la gente en las calles en el centro de la acusación por un delito de rebelión.
La supuesta instrumentalización de las calles por parte de los imputados para espolear el procés, en cualquier caso, siempre ha estado también presente en los autos del magistrado: incluso cuando envió a Carme Forcadell a prisión bajo fianza de 150.000 euros, el magistrado ya habló de "la incoporación de la movilización ciudadana como instrumento que permitiría la consecución del objetivo secesionista".
El juez y el 21-D
En este auto, el magistrado por primera vez ha planteado la posibilidad de que los imputados no acepten de alguna manera el resultado que salga de las urnas el 21 de diciembre, pero no es la primera vez en que considera la cita electoral como un punto de inflexión. Parte de la Mesa del disuelto Parlament pudo evitar la cárcel prometiendo renunciar a su vida política, así como también fue clave para valorar el riesgo de fuga de algunos exconsellers.
El próximo día once de enero, jueves, tanto los Jordis como Joaquim Forn, exconseller de Interior de la Generalitat, están llamados de nuevo a declarar y esta vez sobre el fondo del asunto, no sólo para exponer al magistrado las razones por las que consideran que deben salir de prisión: una hipotética puesta en libertad, aunque sea bajo fianza, pasa por convencer a Pablo Llarena de que no van a volver a llamar a la movilización ciudadana de forma violenta.
<p>En varios de sus autos, el juez Llarena ha reflejado la importancia que la cita electoral del 21 de diciembre tiene para esta causa</p>
Para el juez, en cualquier caso, es necesario "constatar que la posibilidad de nuevos ataques haya efectivamente desaparecido, o que paulatinamente se vaya confirmando que el cambio de voluntad es verdadero y real", dejando caer que su palabra puede no ser suficiente.