El Senado ofrece a Puigdemont un debate con el Gobierno si acude a la Cámara Alta

Madrid

Pendiente de la respuesta del presidente de la Generalitat, el Senado ha completado hoy su ofrecimiento para que Carles Puigdemont comparezca ante la Cámara Alta, brindando el formato de un debate parlamentario con el Gobierno. No sería pues una comparecencia ni una audiencia, sino que el presidente de la Generalitat podría mantener un cara a cara parlamentario, con réplicas y contrarréplicas, con el Ejecutivo de Rajoy tanto si decide acudir a la comisión el jueves como al pleno del viernes. El Gobierno siempre tiene la potestad de intervenir como desee en cualquier debate parlamentario, de modo que, sobre el papel, el propio Rajoy podría acudir tanto a la comisión como al pleno, si Moncloa así lo decidiera.

El vicepresidente primero del Senado, Pedro Sanz, ha puesto en valor este ofrecimiento señalando que, si es aceptado, además de un honor para la Cámara Alta supondría que “de alguna manera el presidente de la Generalitat se somete al sistema, que es participar en el sistema parlamentario, lo que lleva consigo aceptar el resultado final”.

La Mesa del Senado ha rechazado las peticiones de varios grupos para alterar los plazos y que el presidente Puigdemont pudiera comparecer este miércoles, alegando que no cabe en el Reglamento ya que el momento de la comparecencia debe ser con posterioridad a la elaboración de la ponencia y en su debate en la comisión que se reunirá el próximo jueves a las cinco de la tarde. El PP ha hecho valer su mayoría absoluta contra el criterio del resto de grupos, incluido el PSOE que, a pesar de refrendar el procedimiento parlamentario acordado, sí había pedido “flexibilidad” porque, según su portavoz Ander Gil, la prioridad es que se pueda producir esa comparecencia por encima de otras consideraciones.

Con matices, tanto los partidos independentistas como Unidos Podemos y PNV han censurado la tramitación exprés acordada por el Senado. Creen que no reúne las suficientes garantías y opinan que los plazos son demasiado limitados ante el calado de la cuestión. “Un paripé”, en palabras de Maribel Mora, de Unidos Podemos, mientras Josep Lluis Cleríes, del PDeCat, atribuía a Moncloa la intención de “fastidiar más” si trasladaba esa posible comparecencia al jueves o al viernes, coincidiendo con el pleno del Parlament. Fuentes del PNV señalaban que esta tramitación comienza a parecerse a la del cuestionado pleno del Parlament de los días 6 y 7 de septiembre en los que se aprobaron las leyes del Referéndum y de Transitoriedad.

Desde el PP han remarcado que la decisión de la Generalitat de convocar ese pleno fue con posterioridad a que la Mesa del Senado aprobara el calendario para la tramitación del 155. El portavoz popular en el Senado, José Manuel Barreiro, asegura que la tramitación es plenamente garantista y respetuosa con los derechos de los senadores.

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Tras su constitución este mediodía, la ya bautizada como Comisión 155 ha enviado un burofax a la Generalitat para comunicarle la apertura del plazo para presentar alegaciones por escrito, cosa que podrá hacer hasta el jueves a las diez de la mañana. Ese día, a partir de las doce y hasta las cinco de la tarde, los grupos elaborarán la ponencia incorporando las posibles enmiendas que consideren oportunas. A las cinco de la tarde, el dictamen pasará a su debate y votación en la comisión. Tras su aprobación, esa ponencia es la que se elevará al pleno del viernes, convocado a partir de las diez, y que deberá debatir y aprobar definitivamente las medidas propuestas por el Gobierno para la activación del artículo 155.

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