Un Barça a medio gas acaba con el Olympiacos

Barcelona

Un Barça-Olympiacos, a priori, no parece el partido más exigente ni el más apetecible para ver en la noche europea. Pero la fases de grupo hay que sacarla adelante como sea, para encarar los cruces sin angustias ni prisas. Con dos victorias en dos partidos y la situación en la Champions medianamente encaminada, Valverde decidió introducir ciertos cambios en el esquema inicial.

Sergi Roberto volvía al lateral derecho en detrimento del portugués Semedo, Digne tenía la oportunidad de ser titular en la máxima competición continental, Paulinho ocupó el tercer puesto de la medular junto a Iniesta y Busquets y Deulofeu acompañó a Messi y Suárez arriba.

No esperó el Barça al paso del tiempo para asfixiar al equipo heleno, pisando el acelerador desde el pitido inicial. Las llegadas por banda de Deulofeu, quien apuró la línea de fondo con gran acierto durante todo el encuentro, supusieron las primeras situaciones de peligro para el equipo culé.

Así llegó el primer gol de la noche. Una nueva carrera del extremo terminó con un pase al corazón del área que Nikolaou despejó de pena, introduciendo el balón en la portería griega.

El otro gran protagonista del partido junto a Deulofeu fue Paulinho. El centrocampista brasileño dio una clase magistral de potencia física, actitud y llegadas desde la segunda línea. Suya fue una de las mejores ocasiones blaugranas en la primera mitad, con un remate de cabeza que besó el larguero tras un gran centro lateral de Andrés Iniesta.

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El colegiado del encuentro había anulado unos minutos antes, de forma acertada, un gol al brasileño por posición ilegal del manchego antes de darle el pase definitivo. En los últimos diez minutos de la primera mitad intentó el Olympiacos estirarse, tratando de crear cierto peligro.

En una falta bastante lejana, el equipo griego colgó un gran balón que remató en segunda jugada Odjidja muy lejos del marco de Ter Stegen. Respondió Messi segundos después con un disparo que se engatilló.

La jugada polémica llegó en el minuto 41. Un disparo de Deulofeu provocó que el rechace del portero llegara franco a Piqué en línea de gol, pero el central anotó empujando el balón con la mano. Esto le llevó a ver la segunda amarilla, yéndose al túnel de vestuarios antes de tiempo. Se perderá el encuentro en el Pireo dentro de dos semanas.

Entre el aburrimiento, la desidia y la inanición futbolística, se llegó al intermedio con el 1-0 favorable a los culés. El quinto gol en propia puerta del que se aprovecha el Barcelona en lo que va de temporada, el conjunto que más se ha beneficiado de esta suerte en las principales ligas europeas, teniendo en esta fortuna al segundo máximo goleador del equipo, por detrás de Leo Messi.

Deulofeu pagó la expulsión de Piqué tras la reanudación, ya que fue el elegido por Valverde para dar entrada a Javier Mascherano. Por lo demás, el ritmo del encuentro siguió exactamente igual, con el Barça dominando a placer y con el equipo griego agazapado sin saber muy bien qué hacer con la pelota las escasas veces que la tenía.

Apostaba el Olympiacos por dar un paso adelante con 35 minutos por jugarse, metiendo a Djordjevic por Gillet. Un centro de Androutsos sin rematador metió el miedo en el cuerpo por un instante al Barça.

Nikolaou fue la cara y la cruz del encuentro. Tras meterse en propia puerta el primer gol de la noche, hizo la falta a Messi que sentenció el partido en el minuto 60. Pese a no golpear el cuero con la clase habitual, Proto no pudo atajar el lanzamiento, llegando el segundo de la noche.

Aprovechó Leo el momento de magia, recortando en línea de fondo tres minutos después, para servir un balón raseado que no atinó a rematar Iniesta ni Paulinho, dejando a Lucas Digne la oportunidad de cruzar un zapatazo tremendo, que supuso el tercer gol del Barça bajo la lluvia.

Los dos últimos cambios del Barça fueron Rakitic por Iniesta y André Gomes por Busquets . El Olympiacos por su parte, también gastó sus tres sustituciones, aunque con poca fortuna.

Pese a intentar buscar el cuarto gol, para deleite de los poco más de 50.000 aficionados que fueron al Camp Nou, el que encontró su gol fue Olympiacos. En el minuto 89, Nikolaou completó su particular encuentro rematando dentro de la red culé un saque de esquina.

Partido apático, sin mucho fútbol, pero cuya victoria se antojaba imprescindible para asegurar el camino a los octavos de final. El sábado, más fútbol en el Camp Nou ante el Málaga.