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La última visita de Alonso a un Gran Premio muy especial

El circuito donde Alonso consiguió su primera pole, ser líder del mundial por primera vez, o su primera victoria con Mclaren entre otras cosas, acoge su último GP de Fórmula 1

Fernando Alonso, en el box de McLaren durante este viernes en Malasia / Lars Baron (Getty Images)

Madrid

El Circuito Internacional de Sepang cierra sus puertas, al menos de momento, a la Fórmula 1. Después de 19 años en la máxima categoría del automovilismo, el circuito malayo no será sede del mundial en 2018. Una decisión motivada por el poco rendimiento económico que, al parecer, da la Fórmula 1 al mítico trazado asiático. A esto, también hay que sumarle la proximidad con Singapur, que tiene su propio Gran Premio, y cuya distancia con Malasia es menor a los 350 km.

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Todos echaremos de menos este circuito, su combinación de curvas y rectas y sus intensas lluvias, pero, seguramente, nadie lo haga como Fernando Alonso. En la mente de muchos está que el circuito “fetiche” del asturiano es Hungaroring, y es cierto que guarda un gran cariño al trazado húngaro, ya que allí consiguió su primera victoria como piloto. No obstante, no es el lugar donde ha logrado sus mejores resultados, ya que únicamente consiguió subirse a lo más alto del podio en esa ocasión. Hay otro trazado que, además de tener el record de victorias de Alonso (3, compartido con Hockenheim, en Alemania y Sakhir, en Barhein), tiene otras connotaciones que lo hacen muy especial. Ese circuito está en Malasia y, como decíamos antes, este año nos abandona. Se llama Circuito Internacional de Sepang

Sepang es un circuito situado en una ciudad que lleva el mismo nombre, a unos 40 km al norte de Kuala Lumpur. Allí llegó por primera vez Fernando Alonso en 2001, con apenas 19 años, subido en un Minardi, y con la humilde intención de quedar en el puesto más alto posible de la parrilla con un coche que, como por todos es sabido, no era ninguna maravilla. Curiosamente, esa sería la primera de muchas carreras en su vida como piloto en las que Fernando ganaría a un compañero completando ambos la carrera. Aquel 13º puesto fue un aviso de lo que estaba por llegar.

La primera vez de Alonso

Pero el amor verdadero con Sepang empezó en 2003. Fernando afrontaba su primera temporada con Renault, después de que el italiano Briatorie le tuviese un año entero como probador del equipo francés, algo que el asturiano nunca terminó de entender. El curso había comenzado en Australia y los resultados no habían sido malos: un octavo puesto tras salir desde la décimo. Sin embargo, lo que ocurrió en Sepang el 22 de Marzo de 2003, puso el nombre de Fernando Alonso, por primera vez, en la historia de la F1. Contra todo pronóstico el asturiano logró la pole, siendo, en aquel momento, el piloto más joven de la historia en conseguirlo.

“Con 21 años, este es un momento fantástico para mi” dijo tras la clasificación. Lo cierto es que, pese a su buen resultado, Fernando Alonso disputó con fiebre ese Gran Premio, por un virus en la garganta. Al día siguiente, en la carrera, tras pasar una mala noche debido al calor insoportable de Malasia, y con 39 de fiebre, consiguió el primer podio de su vida, terminando la carrera tercero. En la rueda de prensa posterior, el asturiano dejó claro como se había sentido: “Empecé la carrera con 39º de fiebre. Me sentía bastante enfermo”. Pese a todos los contratiempos, Sepang se convirtió en aquel fin de semana, en el primer lugar donde el mundo comenzó a hablar de verdad de Fernando Alonso.

La confirmación de lo que venía

Si el español tenía alguna duda de que su idilio con Sepang iba a ir para largo, la carrera de 2005 se las disipó por completo. Fue la más especial de todas. Allí, como dicen muchos, comenzó todo. Ese Gran Premio hizo que mucha gente pensase por primera vez, en nuestro país y fuera de él, que Fernando Alonso podía ser campeón del mundo. El asturiano llegaba a la segunda carrera del año tras un tercer puesto en Australia, donde había ganado su compañero Fisichella, y con la sensación por parte de todo el mundo de la Fórmula 1 que, tras cinco años de dominio de Ferrari con Michael Schumacher, había llegado el momento para otros equipos.

Alonso impresionó el sábado con la pole, pero todo el mundo ponía en cuarentena sus opciones de ganar la carrera, ya que desde Hungría 2003 no conseguía subir a lo más alto del podio. Siempre había algo que le impedía repetir aquella maravillosa imagen de Hungría 2003. Sin embargo, Fernando acabó con todas las dudas en cuanto el semáforo se puso en verde. Con una carrera que dominó de principio a fin, el asturiano se llevó la victoria, la segunda de su carrera, pero eso quizás no fue lo más importante. Por primera vez en su vida, Fernando Alonso lideraba un mundial, y no soltaría ese liderato hasta final de temporada.

Primera victoria con McLaren

Dos años después y con un par de mundiales bajo el brazo, Sepang fue testigo de excepción de otro momento especial para Fernando Alonso. El asturiano corría allí su segunda carrera con su nuevo equipo, McLaren, y no quiso esperar más para celebrar su primera victoria como piloto de la flecha plateada. Pese a salir segundo, se deshizo de Massa en la salida e impuso su dominio durante toda la prueba. Segundo fue Hamilton, su compañero en aquel momento, lo que empezó a augurar que ese año Alonso tendría que jugarse el Mundial con su compañero equipo.

La madre de todas las victorias

La última gran actuación de Fernando en Malasia nos lleva a 2012, su último año bueno con Ferrari. Después de una clasificación lamentable, Alonso realizó una de las carreras más emocionantes de toda su vida, seguramente, la mejor. Con lluvia, saliendo noveno, con banderas rojas, adelantando en boxes con un coche muy inferior al de sus competidores, y aguantando el ritmo brutal de Sergio Pérez, el asturiano se hizo con el liderato y no lo soltó hasta el final de la prueba.

Aquel día Alonso demostró que lo único que le quedaba a Ferrari de la gran escudería que había sido, era su piloto. Por supuesto, todos se rindieron a él. Solo hace falta escuchar a su ingeniero de aquel momento, Andrea Stella, entre lágrimas, felicitar a Fernando por radio: “Esta es una de las victorias más bonitas, una de las victorias más bonitas. Muy orgullosos de ti”. Contra todo, Fernando volvía a sacar el enésimo truco de magia. Fue la demostración de lo que iba a ser un Mundial en el que, con un coche muy inferior al de Vettel, luchó hasta la última carrera.

Casi siempre en los puntos

Además de haber conseguido tres victorias en Sepang, donde comparte record con Schumacher y Vettel, Alonso ha logrado dos podios más en el circuito asiático. Por otro lado, de las 15 carreras que ha disputado en este trazado, ha puntuado en la mayoría de las que ha terminado (solo en 2001 con Minardi y en 2009 con Renault se le escaparon los puntos), y lo ha hecho, en algunas situaciones, de forma heroíca: en 2004, saliendo decimonoveno, terminó la primera vuelta décimo, y acabó la carrera séptimo. Una auténtica locura.

No sabemos qué pasará este fin de semana, pero, por ahora, pese a las limitaciones que se podía esperar que tendría su coche, Fernando ha logrado estar en el top 5 en los entrenamientos libres. Quién sabe si el asturiano podrá despedir como se merece uno de sus trazados más queridos.

 
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