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Virginia

EEUU espera la condena al racismo de Trump

Donald Trump se ha quedado solo en su tibia condena a la violencia desatada este fin de semana en la localidad de Charlottesville por grupos supremacistas blancos

Imagen de los protestantes por los graves disturbios del pasado fin de semana en Charlottesville (Virginia). / Jeremiah Cumberbacht

Imagen de los protestantes por los graves disturbios del pasado fin de semana en Charlottesville (Virginia).

Nueva York

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se resiste a condenar expresamente a los grupos supremacistas blancos por los graves disturbios del pasado fin de semana en Charlottesville (Virginia), que se saldaron con una víctima mortal atropellada por un joven radical.

Su tibieza al denunciar los sucesos al equiparar la “violencia de todas las partes” ha dejado a Trump en uno de los peores momentos de su presidencia. Las críticas a su posición han llegado desde filas republicanas, demócratas e incluso su hija y asesora, Ivanka Trump, se ha desmarcado de su posición.

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Incluso el vicepresidente de EEUU, Mike Pence, se ha visto obligado a distanciarse del presidente. “No toleraremos el odio y la violencia de los supremacistas blancos, neonazis o el KKK”, ha declarado en Colombia donde se encuentra en visita oficial.

El último en dar un un paso adelante en su rechazo al presidente ha sido el director general de la farmacéutica Merk, Kenneth Frazie, que ha abandonado el consejo de Fabricación de la Casa Blanca. "Los líderes de Estados Unidos deben honrar nuestros valores fundamentales al rechazar claramente las expresiones de odio, fanatismo y supremacía”, ha dicho Frazie, uno de los directivos afroamericanos más destacados del país.

Trump no ha dudado en contestar al directivo farmacéutico con un mensaje a través de la red social Twitter en el que le ha dicho que tras su dimisión “tendrá más tiempo para bajar los precios de los medicamentos”.

Estas han sido las únicas palabras del presidente tras su leve condena a los sucesos del pasado sábado. Trump trata así de mantener a los radicales de su lado, tras el apoyo que le dieron en las elecciones presidenciales de 2016. Las peticiones de dimisión contra su jefe de Estrategia, el nacionalista Steven Bannon, y contra su consejero Stephen Miller, que comparte estas ideas radicales, acosan al presidente.

En la calle, la indignación por el caos y la violencia racial desatados en Virginia recorre el país de costa a costa. Miles de personas se manifestaron el domingo en Nueva York, Washington, Los Ángeles, Seattle o Carolina del Norte, entre otras ciudades.

“Lo que pasó en Virginia es un acto terrorista”, condenaba Frank Calvario este domingo en la manifestación de Nueva York, organizada por el colectivo previsto ‘Rechaza el Racismo’. “Este régimen y Trump están implementado lo mismo que pasó en Alemania con los nazis”, advertía Travis Morales, uno de los organizadores de la marcha.

De nada sirvió que varios portavoces de la Casa Blanca trataran de aclarar que el rechazo a la violencia del presidente incluía también a los neonazis, los miembros del KKK y demás extremistas presentes en Virginia.

“No estoy de acuerdo con la declaración del presidente, creo que tuvo que decir más tuvo que decir más, denunciar lo que estaba pasando”, explicaba Calvario.

Por otro lado, James Alex Fields Jr., el joven de 20 años natural de Ohio, que arrolló a los manifestantes antifascistas, se encuentra en prisión acusado de asesinato en segundo grado, entre otros delitos. Uno de sus profesores de secundaria ha explicado, en declaraciones a la prensa estadounidense, que el acusado había abrazado ideas extremistas e idolatra a Adolfo Hitler.

 
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