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Turismo

Los dos destinos de playa más baratos y emergentes en Europa

Las zonas costeras del mar Negro de Bulgaria y Rumanía rompen los esquemas con precios hoteleros muy económicos

La playa Mamaia es el destino costero más elegido en Rumania. / Getty Images

La playa Mamaia es el destino costero más elegido en Rumania.

Madrid

Huir de los estereotipos de playa en el Mediterráneo y cambiar el destino y reservar un hotel en la zona costera del mar Negro es una opción más que positiva que el bolsillo va a agradecer a la hora de reservar un hotel. Las zonas de mar tanto de Rumania como de Bulgaria emergen como dos de los lugares más económicos del continente europeo.

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Aunque los vuelos a estas zonas pueden ser más caros si no se cogen con tiempo, motivados sobre todo por la larga distancia y el escaso tamaño y tráfico de sus aeropuertos costeros, los hoteles sí que presentan unas tarifas mucho más económicas. En Bulgaria, un hotel tres estrellas a escasos metros de la playa de Burgas puede costar unos 30 euros la noche, mientras que, por ejemplo, en Constanza (Rumania), rondan los 50 por noche.

En el país búlgaro es habitual encontrar un todo incluido en las ofertas hoteleras, por lo que los precios por noche pueden rondar entre los 10 euros de los establecimientos menos lujosos hasta los 100 de los cinco estrellas. Además, no es descartable encontrar ofertas de cuatro estrellas por unos 40 euros, un precio más que asequible para disfrutar de los baños de barro, aguas termales, deportes acuáticos, horas de vela, rutas para descubrir la naturaleza local o visitar los monumentos de la zona.

Si se quiere ir al sur y viajar a Burgas para ver el monasterio de Rila, las playas de arena o el lago Atanasovsko, se puede pasar una noche por precios muy similares. En total, Bulgaría tiene 400 kilómetro de costa con unas 70 playas de arena dorada que convierten al país en uno de los secretos por descubrir para pasar las vacaciones este verano.

Además, también cuenta con su ‘Ibiza’ particular, llamado Slanchev Bryag. En este lugar reina el turismo de borrachera, en el que muchos jóvenes llegan para disfrutar de las playas, el juego, el alcohol y las discotecas por precios modestos. Una habitación para dos personas en un hotel cuatro estrellas con desayuno incluido puede salir desde 50 euros.

Los expertos vaticinan que este año llegarán unos 11,6 millones de turistas, un 11 % más que el año pasado, el mejor para el sector desde la caída del comunismo en 1989. “Los centros de veraneo ofrecen seguridad y calidad. Cada vez más turistas alemanes dan la espalda a los complejos turcos en favor de Bulgaría, cuya costa ofrece buenas alternativas, sobre todo, para familias con presupuestos modernos”, explicó Nikolina Angelkova, la ministra búlgara de Turismo, en la radio Focus.

Rumania también presenta una gran oferta

Aunque Rumania cuenta con menos kilómetros de playa, unos 250, dispone de un menú de actividades muy diferentes liderados por la fiesta: escuchar música electrónica, ir de fiesta, tomar el sol o adentrarse en la cultura y gastronomía rumana o investigar cada rincón.

Esta oferta de servicios, que fue visitada durante el año pasado por 10,9 millones de turistas, un 10,4% más que el año anterior, hace que las autoridades estimen un crecimiento para este verano de un 26%, es decir, de un total de unos 2,5 millones de visitantes, según indica la Federación de Asociaciones de Promoción Turística de Rumanía (FAPT).

El precio de los hoteles en Rumania no varía en exceso con los de Bulgaría, aunque sí que es un poco más caro de media. Los hoteles en plena playa de Mamaia, en Constanza, tienen un precio mínimo en una habitación doble de unos 60 euros por noche. Sin embargo, si uno se aleja unos kilómetros del mar y busca en el centro de la ciudad, hay hostales para pasar la noche por 14 euros.

 
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