La última crono lo decidirá todo
Thibaut Pinot se impuso en la penúltima etapa, en la que Quintana mantuvo el liderato y Dumoulin sufrió pese a que la última contrarreloj de este domingo le dan opciones para hacerse con la victoria final. Seis corredores están separados por minuto y medio en la general
Thibaut Pinot, ganador de la penúltima etapa del Giro 2017. / ALESSANDRO DI MEO (EFE)
El francés Thibaut Pinot (FDJ) triunfó al esprint al ruso Ilnur Zakarin (Katusha) en la vigésima y penúltima etapa del Giro, de 190 kilómetros, entre Pordenone y Asiago, en la que el colombiano Quintana (Movistar) terminó quinto y defendió la maglia rosa de líder. Pinot se hizo con la victoria en los últimos metros, al preceder a Zakarin y a Vincenzo Nibali (Merida), en un tramo final de gran intensidad, que vio a Domenico Pozzovivo (AG2R) llegar cuarto en la meta de Asiago.
Quintana defendió su maglia rosa mientras que el holandés Tom Dumoulin (Sunweb) se clasificó décimo tras volver a sufrir mucho en las subidas y necesitará una remontada en la prueba contrarreloj que cerrará el Giro del Centenario.
Nunca en sus 99 ediciones, la carrera rosa llegó a la última etapa con una clasificación general tan estrecha, ya que hay hasta seis corredores separados por 1.30 minutos, lo que deja todo abierto en la lucha para coronarse en Milán. Quintana suma ahora 39 segundos de ventaja sobre Nibali, 43 sobre Pinot y 53 sobre Dumoulin; también cuentan con opciones de triunfar Zakarin, que está a 1.21 minutos del colombiano, y Pozzovivo, que está a 1.30 minutos de distancia.
La última etapa de montaña de esta edición empezó con un grupo de seis corredores que tomó ventaja con respecto al grupo y que cruzó el primer puerto de montaña, en el Muro de Ca' del Poggio, con Filippo Pozzato (Wilier) en la cabeza. Tal y como pasó el viernes, el grupo de la maglia rosa decidió separarse de los líderes al principio de la etapa y se quedó a unos 6 minutos de distancia, con los corredores del equipo Movistar gestionando el ritmo.
El primero en dar un ataque fue Zakarin, que ocupa la quinta plaza en la tabla general, aunque Quintana y Nibali reaccionaron inmediatamente y lograron mantener compacto el grupo. La prueba llegó a su momento clave a falta de unos 23 kilómetros para la línea de meta, cuando Zakarin y Pozzovivo se descolgaron del grupo y se hicieron con la cabeza de la prueba.
La batalla de los favoritos
Quintana, Nibali y Thibaut Pinot (FDJ) realizaron un gran esfuerzo y les persiguieron a unos 15 segundos de distancia mientras que Dumoulin acumuló un margen de cerca de 30 metros de distancia con respecto a sus contendientes en la tabla general.
Pozzovivo cruzó primero el puerto de Foza con una ventaja de unos 10 segundos sobre Quintana, Nibali y Pinot, pero los últimos citados lograron recortar distancias en la bajada, alcanzándoles a falta de 10 kilómetros para el final.
El quinteto en la cabeza de la etapa lo dio todo en la fase final y llegó al kilómetro final con todo aún por decidirse. Allí, Pozzovivo dio un primer ataque, pero fue Pinot quien logró superar a todos sus rivales en la línea de meta, por delante de Zakarin y Nibali.
Quintana se conformó con una quinta posición que le permitió mantener su maglia rosa, pero necesitará otra gran prestación mañana en la contrarreloj final para poder coronarse. Detrás del quinteto citado, Dumoulin logró contener la desventaja y llegar a la etapa de mañana con 53 segundos de retraso sobre el colombiano del equipo Movistar.
Faltan 29.3 kilómetros para que concluya el Giro del Centenario en la Plaza del Duomo de Milán y todo aún queda por decidirse. Dumoulin es el corredor que más ventaja puede sacar de la contrarreloj, pero necesitará una prueba de alto nivel, ya que sus perseguidores han demostrado que están aún en buen estado de forma y que cuentan con las energías necesarias para imponerse.
