El Málaga sella la permanencia virtual
La victoria 2-0 frente al Valencia enmienda la derrota de la pasada jornada frente al Dépor
Ontiveros (Málaga) disputa el cuero con Orellana (Valencia) / Jorge Zapata (EFE)
Madrid
El Málaga venció 2-0 al Valencia y logró su permanencia virtual en Primera en un choque que determinó con solvencia y en el que, gracias a los goles de José Recio y de Sandro Ramírez en el tramo final de la primera parte, paró en seco la escalada del conjunto valencianista.
El Málaga, que suma ya 36 puntos, dibujó su triunfo en una excelente primera parte en la que estuvieron muy finos de cara a puerta para lograr una victoria con la que limpian su dudosa y su mala imagen de la pasada jornada en Riazor (2-0).
El Valencia se fue sacudiendo poco a poco el dominio del conjunto andaluz, que presionaba arriba y le dificultaba la salida del balón, aunque los pupilos Voro tampoco sufrían en exceso. Munir, que coincidió con Sandro en el Barça, no había tocado el balón en 22 minutos, pero estuvo a punto de romper el 0-0 con un disparo raso y cruzado que salió fuera y muy cerca de la puerta malaguista.
El encuentro entraba en la recta final de la primera parte, cuando Recio remató un excelente centro por la izquierda de Ontiveros. El Málaga se adelanto de cabeza a diez minutos del descanso.
En esta fase, el Málaga estaba desatado, mejor que su rival, y cuatro minutos después, Sandro lanzó una falta cometida sobre él mismo por Mangala, dio en el argentino Garay, al que dejó tocado en el suelo -después tuvo que retirarse lesionado-, y el rechace le llegó de nuevo al delantero malaguista, que volvió a disparar para que Mangala desviara el balón y se colara en el marco de Alves.
Un Sandro en estado de gracia, veloz y determinante hizo el segundo para el Málaga y, a punto estuvo de hacer el tercero, pero cuando dobló a Enzo Pérez por velocidad, se entretuvo en el lanzamiento cuando el meta estaba prácticamente vencido.
El Valencia solo tuvo una ocasión clara, en un error en la cesión de Keko que le dejó el balón franco a Santi Mina, pero éste no supo finalizar gracias a Kameni que adivinó la intención con la pierna derecha.
