Rusia prohíbe cualquier actividad de los Testigos de Jehová por "extremistas"

Madrid

El Tribunal Supremo de Rusia ha considerado como "extremista" la actividad de los Testigos de Jehová. Por esa misma razón, el Gobierno ruso ha prohibido cualquier actividad del grupo religioso en todo el país. El Tribunal ha opinado que algunas de las actitudes de los Testigos de Jehová, tales como la de rechazar transfusiones, van en contra de una ley rusa que prohíbe el extremismo, por lo que han prohibido cualquier actividad de este grupo religioso.

"El Supremo declara como organización extremista el 'Centro de Dirección de los Testigos de Jehová en Rusia' y ha dispuesto que se prohíba su labor en el territorio del país", ha determinado el juez Yuri Ivanenko, encargado del caso. Mientras tanto, un portavoz del Ministerio de Justicia ruso ha señalado que este grupo religioso representa "una amenaza para los ciudadanos, el orden público y la seguridad de la sociedad", tal y como recoge The Independent.

Los Testigos de Jehová apelarán la decisión

Un representante de los Testigos de Jehová, Yaroslav Sivulsky, ha mostrado su asombro por la decisión del Tribunal Supremo de Rusia: "Estoy verdaderamente sorprendido, porque no esperaba que algo así fuera posible en la Rusia moderna, donde la Constitución garantiza la libertad de religión; pero en la vida real no sólo no se respeta la Constitución sino que tampoco se respetan las leyes".

Mientras tanto, varias organizaciones de este grupo religioso han anunciado que acudirán a la Corte Europea de Derechos Humanos, pues es la única vía que les queda para revertir la decisión del Tribunal Supremo de Rusia. En alguna ocasión, esta institución ha fallado a favor del grupo religioso, razón por la que todavía mantienen la esperanza.

Un veto que afectaría a 175.000 fieles

Tal y como recuerda el 'Centro de Dirección de los Testigos de Jehová en Rusia' en un comunicado, este veto afectaría a 395 de sus ramificaciones y a un total de 175.000 fieles en Rusia. Este grupo religioso ha tenido que enfrentarse a diversos procesos contra ellos en varios países del mundo por algunas de las actitudes como rechazar el servicio militar o negarse a recibir transfusiones de sangre. Sin embargo, ningún país había llegado tan lejos como Rusia.

En la actualidad, este grupo religioso, originario de Estados Unidos, cuenta con ocho millones de creyentes activos en el mundo. Si la sentencia se convirtiera en firme, todos aquellos que profesen esta fe en Rusia podrían ser procesados por extremismo.