Domingos como los de antes
Los mítines se vuelven estadios y, como en el fútbol, la política juega con la emoción
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Imagen general de los asistentes al recinto ferial Ifema de Madrid para la presentación de la candidatura de Susana Díaz a la secretaría general del PSOE / Chema Moya (EFE)
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Madrid
Hubo un tiempo, la misma Biblia lo dice, en que los domingos eran para descansar. Los domingos había poca noticia porque al día siguiente no se publicaban diarios y sólo salía 'La hoja del lunes'. Pero aquello fue mucho antes de los tuits, los bots y los trols. Antes de las redes y de la red. Ayer, en otro súperdomingo de la política española, había algunos que, más que argumentos, parecían restregarse los tuits y los aforos.
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No es que haya cosas los domingos, es que resulta el día idóneo para contraprogramarse. Y si, cómo pasó esta vez, el foco apunta a Susana Díaz porque da el salto, sus rivales replican en la misma mañana. Son las nuevas normas: movilización y tuits. Batalla al instante en domingo, que es cuando el personal tiene más tiempo para atender.
En domingo aprovecha Mariano Rajoy para dejarse ver en Catalunya y replicar al presidente catalán, que también en fin de semana dijo que La Moncloa va buscando "venganza". Antes eran días de Carrusel, pero en el primer domingo sin Liga ha parecido que los mítines se volvieran estadios. Como si la política, igual que le pasa al fútbol, fuera a jugarse con la emoción. A lo mejor no es casual que ya no queden domingos como los de antes.