Los holandeses votan en medio de un escenario político muy fragmentado

Madrid

Estas elecciones en Holanda son las primeras de las tres que recorrerán Europa antes de que acaba el año y que pueden cambiar el escenario político, social y económico del viejo continente. Las encuestas de intención de voto sugieren que el escenario político holandés estará más fragmentado que nunca, y que será necesaria una coalición de tres o más partidos para conseguir mayoría suficiente para gobernar.

En un país donde la economía continúa creciendo a buen ritmo independientemente de las cuestiones políticas, el desempleo ha caído casi tanto como el número de solicitantes de asilo, una de las mayores preocupaciones de los holandeses.

El brexit británico ha demostrado a muchos holandeses, seguidores de Geert Wilders, que se puede salir de Europa siguiendo el modelo inglés, y la victoria de Donald Trump en Estados Unidos ha servido al partido de la libertad de este populista a reafirmar sus posiciones, cerrando el país para preservar la identidad holandesa, anunciando que prohibirá el Corán y cerrará las mezquitas.

Pero el caso de Wilders, que en los últimos días perdía fuelle en las encuestas, no es el modelo de la ultraderecha en lo que se refiere a políticas sociales. Tampoco se ha mostrado contrario al matrimonio gay. Identifica a los musulmanes como la antítesis de la democracia y a los migrantes de esa religión que viven en Holanda, los califica como receptores de subsidios y privilegios, pero poco productivos.

Aunque sus votantes han sido hasta ahora de clase media y baja, ahora apela al electorado de clase media y alta que teme perder sus valores y normas de convivencia, ante una población, la inmigrante y musulmana, cada vez más numerosa.

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Wilders tiene el problema de que nadie quiere gobernar con él, así que o bien saca mayoría suficiente para gobernar en solitario o deja por el camino algunas de sus tesis.

La mayoría está en 76 escaños

En estas elecciones participan 28 partidos políticos, una cifra récord en la historia de la democracia de Holanda, y se juegan 150 escaños. Así que para conseguir la mayoría, necesitarán 76 escaños. Nunca ningún partido en Holanda por sí solo ha conseguido mayoría suficiente para gobernar, esto da una idea de lo que le espera al siguiente jefe de gobierno.

Los partidos se pueden definir en tres formaciones, el centro derecha, el centro izquierda y el centro a secas. El primer ministro Mark Rutte ha demostrado tener cintura política en estos últimos días de campaña con la crisis desatada con Turquía. Mientras Wilders hacía grandilocuentes declaraciones para cerrar el país a cal y canto, Rutte se limitaba a decir que Holanda no era el lugar para que los turcos hicieran campaña política. Turquía va a celebrar un referéndum para modificar su Constitución y consagrar a Erdogan en el poder más tiempo del que establece la ley.

Dos ministros turcos intentaban hacer campaña para conseguir el voto a favor en el referéndum de los turcos que viven en Holanda, una de las minorías mayoritarias en ese país. Al tratarse de un tema propuesto por el presidente, pero partidista, los holandeses no consideran legal que se haga campaña allí. Eso desató protestas callejeras entre la comunidad turca, incluso los llamados migrantes de segunda generación, es decir, los hijos de los turcos nacidos en Holanda, mostraron su cara más violenta en estas protestas, enfrentándose con la policía.

Esto sirvió para que Wilders les invitara a que se marcharan de Holanda si eran incapaces de entender y respetar su modo de vida, mientras que Rutte compareció públicamente para decir que todos los turcos legalizados en Holanda eran holandeses.

La llave de estas elecciones la tiene el partido socialista, que actualmente gobierna en coalición con el primer ministro Rutte, y los verdes de Jesse Klaver, a quienes las encuestas otorgan un incremento considerable respecto a sus escaños actuales.