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CRISIS DIPLOMÁTICA

Turquía mantiene la tensión con Holanda

Erdogan se ha envuelto en la bandera nacionalista del agravio para mejorar las expectativas de apoyo en el referéndum constitucional que le otorgará más poderes

El primer ministro holandés se muestra como firme y moderado ante sus electores al asegurar que favorecerán la desescalada

Protesta ante la embajada holandesa en Ankara por el veto al ministro de Exteriores turco.

Madrid

"Holanda pagará". Con esta frase lapidaria, el presidente turco Erdogan ha echado un jarro de agua fría al inicio de desescalada que esta mañana ha buscado el primer ministro holandés, Mark Rutte, en un programa matinal de televisión, el político conservador, que vuelve a remontar en los sondeos ante el islamófobo Geert Wilders, ha señalado que su partido quiere ser el más moderado al respecto y que su gobierno, por tanto, va a hacer todo lo que esté en su mano para rebajar la tensión.

Sin embargo, el gobierno turco ha convertido la disputa en un argumento nacionalista para acaparar el voto favorable a la reforma constitucional que otorga más poderes a Erdogan. El ministro turco de Asuntos Exteriores, al que ayer le prohibieron dar un mitin en Rotterdam, ha señalado esta mañana en la ciudad francesa de Metz que "pedir perdón no será suficiente" y que van a "esperar a ver cuál es la reacción de los países europeos respecto a la actitud "fascista" de Holanda". Ninguna referencia a otros países como Alemania, Austria, Suiza y Suecia que también han suspendido mítines en su territorio.

Las explicaciones de Holanda

El Gobierno holandés ha alegado que fue imposible una solución razonable con Turquía al conflicto bilateral suscitado este sábado tras rechazar la entrada de dos ministros turcos que iban a dar un mitin político en Rotterdam para apoyar el referéndum constitucional convocado por Ankara.

Las autoridades holandesas impidieron el aterrizaje del avión del ministro de Exteriores turco, Mevlüt Çavusoglu, en Rotterdam donde pretendía participar en un mitin al igual que su compañera de gabinete la ministra de Asuntos Familiares, Fatma Betül Sayan Kaya, quien se trasladó por carretera desde Alemania a esa ciudad de Holanda. Finalmente, el jefe de la diplomacia turca se trasladó a Francia y la ministra de Asuntos Familiares, a la que se le prohibió entrar en el consulado turco de Rotterdam, fue escoltada de madrugada hacia Alemania.

El Gobierno holandés ha divulgado esta madrugada una declaración oficial para señalar que "en el contacto mutuo con Turquía, los Países Bajos dejaron claro en repetidas ocasiones que no se debía comprometer el orden público y la seguridad en nuestro país", según medios locales. Añade que "la búsqueda de una solución razonable resultó imposible", y afirma que "los ataques verbales por parte de las autoridades turcas que siguieron a día de hoy, son inaceptables".

Para las autoridades neerlandesas, la visita de la ministra turca de Asuntos Familiares "fue irresponsable en este contexto", y agregaron que transmitieron al Gobierno turco que Kaya "no era bienvenida en los Países Bajos", al recordar que pese a que Holanda informó de que no permite la campaña política pública de Turquía en su territorio "ella decidió viajar".  Ante esta situación, el Gobierno holandés ha subrayado que pidió a la ministra turca en reiteradas ocasiones que regresara a su país, por lo que finalmente ha sido escoltada en su viaje a Alemania, por donde había entrado a los Países Bajos. Finalmente, Holanda ha informado de que "mantiene su compromiso de diálogo con Turquía".

Los dos ministros turcos tenían previsto celebrar un mitin con sus compatriotas residentes en Rotterdam para buscar su apoyo al referéndum constitucional del próximo 16 de abril, que decidirá si se amplían o no los poderes ejecutivos del presidente de su país, el islamista Recep Tayyip Erdogan.

La ministra Kaya, ha escrito en Twitter que "Holanda está violando todas las leyes internacionales, convenciones y derechos humanos prohibiéndome entrar al Consulado turco en Rotterdam". Además, la consideró una "una actitud antidemocrática" y aseguró que "no tenía intención" de meterse en los asuntos internos de ningún país. Con anterioridad, el primer ministro holandés, Mark Rutte, aseguró que los políticos turcos "no tienen prohibido entrar" en el país, pero sí "participar en actividades políticas" en Holanda.

Turquía llama a su embajador en Holanda

En respuesta a esa decisión, el Gobierno turco trasladó a Holanda su deseo de que el embajador neerlandés en Ankara, por ahora fuera del país, no regrese "en un tiempo" a retomar su actividad, informó el ministerio de Exteriores de Turquía. "En protesta contra esta decisión del Gobierno holandés hemos citado  a nuestro Ministerio al encargado de negocios de la embajada holandesa en Ankara. Se le ha hecho saber que no deseamos que el embajador holandés, actualmente de vacaciones, regrese a su puesto durante un tiempo", indica el comunicado de Exteriores. El comunicado turco recuerda los "405 años de relaciones ininterrumpidas de amistad y alianza" entre los dos países, y atribuye "enteramente" a Holanda "la responsabilidad y la vergüenza" de la actual tensión.

 
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