¿Por qué los jugadores del Barça ya no se quejan de los árbitros?

Barcelona

Después del partido en el Madrigal contra el Villareal, el Barça decidió hacer una reunión con algunos de los pesos pesados del vestuario para intentar calmar los ánimos de la plantilla y para lanzar la consigna de no hablar con los árbitros en público.

Óscar Grau, el director general del club, reconoció públicamente que el club se había reunido "con Gerard Piqué, los capitanes y los entrenadores para estar todos alineados" con el discurso arbitral, es decir, para acabar con las quejas arbitrales en público. El club, con Albert Soler al frente, se reunió concretamente con Piqué, Messi, Iniesta y Luis Suárez. Los jugadores estaban muy molestos por los últimos errores arbitrales pero el Barça intentó darle argumentos para entender por qué era necesario guardar silencio sobre los arbitrajes.

El club, básicamente, les dio dos motivos para dejar de quejarse en público: primero, porque lo único que conseguirían era desgastarse y molestar a los árbitros, que les cogerían la matrícula e irían a por ellos. Y segundo, porque le hacían un favor a Javier Tebas, el presidente de La Liga, que según el Barça, pretende controlar él solo las designaciones arbitrales de la competición. Es decir, quejándose del nivel arbitral, le dan más argumentos a Tebas para conseguir su objetivo. Un Tebas que, de hecho, después del gesto que le hizo Piqué en Villareal, le dio la razón al central del Barça reconociendo que "se tiene que mejorar el nivel de los árbitros de la liga española".

Por tanto, el Barça, en esta reunión con los pesos pesados del vestuario, intentó hacerles entender que quejarse de los árbitros les perjudica mucho más de lo que les beneficia. Digamos que intentaron hacerles entender porque obviamente algunos no comparten este discurso. Piqué, por ejemplo, no está del todo de acuerdo y cree que se tienen que denunciar las injusticias, y Messi, literalmente, dijo que "este tema se tiene que arreglar ya". Pero Albert Soler, insistió en enviar un mensaje de tranquilidad remarcando que este tipo de situaciones se tienen que solucionar con mano izquierda y haciendo trabajo de despachos.

El encuentro se produjo con los jugadores más importantes de la plantilla pero el mensaje, obviamente, se trasladó al resto de jugadores: de ahora en adelante, de los árbitros, públicamente, no se habla. Veremos cuánto tiempo dura esta consigna.

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