Los chalecos oficiales de la Guardia Civil discriminan a la mujer
El Juzgado Togado Militar Territorial Número 42 ha archivado la causa contra la agente que se negó a usar un chaleco antibalas oficial y optó por uno acorde a la anotomía femenina.
Según el auto, la agente "quiso poner de manifiesto la discriminación en la adquisición de los equipos de trabajo para el desempeño de la actividad policial".
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La agente Alicia Sánchez (centro) acompañada por dos miembros de la Asociación Unificada de la guardia Civil artífices de su defensa legal. / Agencias
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En un auto notificado el pasado 9 de enero, el Juzgado Togado Militar Territorial Nº 42 ha archivado la causa abierta por desobediencia contra la agente de la Guardia Civil, Alicia Sánchez, por negarse a utilizar un chaleco antibalas masculino. El incidente ocurrió después de que la agente hubiera solicitado durante dos años consecutivos que le adjudicasen un chaleco adaptado a la anatomía femenina, además de “una talla adecuada a su complexión, para su autoprotección, con fundamento en la normativa de prevención de riesgos laborales en la Guardia Civil".
El escrito, difundido por la Asociación Unificada de Guardias Civiles, recoge estas solicitudes en el mes de julio de 2015 y 2016 hasta el día de los hechos que motivaron las medidas disciplinarias contra ella. El 4 de agosto de 2016 prestó servicio en un control y rechazó utilizar el chaleco asignado argumentando que “no era de su talla, le queda grande y le cubre hasta la cadera, dificultándole los movimientos y no se sentía protegida al no poder acceder bien a los elementos del cinturón”.
Su superior decidió suspender a la agente hasta nueva orden e hizo que dos guardias del dispositivo acompañaran a Sánchez hasta su destino. Días más tarde, el 7 de agosto, el Capitán Jefe de su Compañía se volvió a personar en el control y ordenó el uso del chaleco antibalas oficial. En este caso, la agente cumplió la orden.
Según el escrito, la jueza argumenta que “nos encontramos ante un escaso grado de perturbación en el servicio” a pesar de que aquel día el control carecía de una mujer policía para realizar posibles cacheos a mujeres" y "a pesar de la existencia de una prohibición generalizada de la utilización de chalecos antibalas específicamente diseñados para las mujeres y los inconvenientes de utilizar los chalecos de dotación de los denominados estándar". Además, señala ante la prohibición y el contexto "son numerosos los miembros que portan sus propios chalecos particulares".
Discriminación contra la agente
Para la juez, es evidente que la actitud de Alicia Sánchez no fue otra que "poner de manifiesto la dificultad que le entraña la prestación del servicio haciendo uso del chaleco antibalas oficial, la discriminación en la adquisición de los equipos de trabajo para el desempeño de la actividad policial -inexistencia de chalecos antibalas específicos femeninos- y la incidencia negativa en su seguridad y salud con ocasión de los equipos de trabajo".
La Asociación Unificada de Guardias Civiles ha llevado la defensa de la agente y denuncian la discriminación de la mujer en la Guardia Civil a la hora de acceder a chalecos antibalas adaptados a la anatomía femenina.