Despedido por gritar "lástima de escopeta para pegarte 200 tiros" a un compañero

Madrid

Un sábado del pasado mes de febrero, un transportista estaba en la sobremesa con su pareja en un restaurante de Limpias, localidad cántabra de menos de 2.000 habitantes del valle del Asón. El mismo restaurante en el que comían el administrador de la empresa para la que llevaba trabajando tres años, junto con el jefe de almacén y otro trabajador: después de una discusión le dijo al jefe que “eres un cabrón”, al jefe de almacén le dijo que “lástima de escopeta para pegarte 200 tiros”, espetándoles a todos “sois los tres unos cabrones” antes de abandonar el restaurante.

Menos de un año después, la Justicia ha avalado el despido que llegó veinte días después: en un primer momento, un juzgado de lo social de Santander dio la razón al trabajador, entendiendo que el despido había sido improcedente y dando a elegir a la empresa entre readmitirle o indemnizarle con casi 23.000 euros. Ahora ha sido el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria el que le ha dado la razón a la empresa, negando que deba readmitir o indemnizar al ya extrabajador.

La sentencia de la sección primera de la sala de lo social explica que en este caso “estamos ante un insulto y adicional amenaza, no meramente ante la utilización de un lenguaje soez, en un contexto que no se desvincula de lo laboral”. Algo que, según el artículo 43.4 del Convenio de Transportes de Mercancías por Carretera de Cantabria supone una falta muy grave.