Quince años de cárcel por quemar vivo a su compañero de piso mientras dormía
El Tribunal Supremo confirma la condena que la Audiencia de Santa Cruz de Tenerife impuso a un hombre por prender fuego mientras dormía al dueño de la casa de San Cristóbal de La Laguna donde había vivido unos días
Quince años de cárcel por quemar vivo a su compañero de piso mientras dormía / GETTY
Madrid
El Tribunal Supremo ha decidido confirmar una condena de quince años de cárcel para un hombre que en diciembre de 2014 prendió fuego mientras dormía al hombre que le había alquilado durante unos días una habitación en su piso de la localidad tinerfeña de San Cristóbal de la Laguna. El condenado no tendrá que indemnizar a la exmujer y las dos hijas del fallecido, que renunciaron a ello, aunque sí indemnizar con 900 euros a la mujer que vivía en el piso de arriba y cuya casa se vio afectada por las llamas.
Según la sentencia a la que ha tenido acceso la Cadena SER, los hechos tuvieron lugar hace ahora dos años en el barrio tinerfeño de Finca Pacho, ubicado en Los Andenes de San Cristóbal de la Laguna. El condenado había vivido durante unos días en casa de su víctima a cambio de un alquiler, pero había abandonado la casa al poco tiempo para vivir en otro sitio. Poco después, el condenado vio que su antiguo compañero de piso abandonaba un bar visiblemente afectado por el consumo de alcohol y trankimazines y le siguió hasta su casa: una vez estaba dormido en su cama, le prendió fuego a una manta y se la tiró encima.
La víctima no se dio cuenta de nada hasta que él mismo empezó a arder: consiguió ir hasta el baño pero la mezcla de cerveza y medicamentos le impidió reaccionar y perdió el conocimiento. Los bomberos le sacaron de la casa con vida pero falleció una hora después. El fuego calcinó parte de la vivienda y terminó también con el derrumbe de parte del techo, afectando a la vivienda superior. El culpable volvió al bar y puso cara de circunstancias cuando los vecinos empezaron a comentar el suceso. No fue detenido hasta esa noche cuando rompió el precinto policial para entrar a la vivienda: lleva desde entonces en prisión.
Ahora es el Tribunal Supremo el que confirma la condena de quince años de cárcel que le impuso a finales de 2015 la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife por un delito de asesinato. Los jueces declaran probado que fue él quien, sabiendo que estaba bajo los efectos de la mezcla del alcohol y las benzodiacepinas, le siguió hasta su casa y le tiró una manta ardiendo encima para acabar con su vida. En el primer momento, ante la Policía, el acusado incluso explicó que lo había hecho porque la víctima no le había devuelto el alquiler que había pagado después de irse de la casa. Otro agente afirmó que, una vez arrestado, dijo que lo hizo porque "le debía dinero y una caja de trankimazin".
El acusado, que lleva dos años en prisión, no tendrá que indemnizar a las dos hijas de su víctima, ya que renunciaron a cualquier tipo de indemnización.
