Partidos y expertos, contra el coladero que permite anunciar bollería a los niños
![](https://cadenaser.com/resizer/v2/XUP2AGNP3FOZPHZ4KTFHEUVKUA.jpg?auth=53d339585471b8743d6ff81f1f1ae97d5ff77f181e850313cd32bae22a6f0686&quality=70&width=650&height=487&smart=true)
GETTY IMAGES
![](https://cadenaser.com/resizer/v2/XUP2AGNP3FOZPHZ4KTFHEUVKUA.jpg?auth=53d339585471b8743d6ff81f1f1ae97d5ff77f181e850313cd32bae22a6f0686)
Dejar en manos de la industria la regulación de la publicidad dirigida a niños de alimentos con muchas grasas y azúcar no funciona para prevenir la obesidad infantil. Esa es la tesis que defiende en una carta publicada en la prestigiosa revista médica The Lancet el médico Miguel Ángel Royo-Bordonada, jefe de estudios de la Escuela Nacional de Sanidad. "La Estrategia Española contra la Obesidad carece de compromisos con los que pueda rendir cuentas y se basa en medidas voluntarias y autorregulación por parte de la industria, recomendaciones a las escuelas y trabajadores sanitarios y apela a la responsabilidad personal", dice la carta que aparece en el número del pasado 19 de noviembre de la revista médica.
"Los sistemas de autorregulación, en general, se ha visto que no son efectivos para los objetivos que se persiguen que en este caso sería una reducción de productos no saludables o con alto contenido energético, azúcares y grasas de mala calidad. Esto se ha visto ya que no funciona con el alcohol o con el tabaco", insiste Royo Bordonada por teléfono.
UN CÓDIGO ANTIOBESIDAD QUE IGNORA LA CALIDAD NUTRICIONAL DE LOS PRODUCTOS
En España la publicidad de este tipo de alimentos dirigida a menores se rige por el llamado código PAOS, un código voluntario elaborado por la propia industria para para luchar contra la obesidad infantil. Royo Bordonada destaca en su carta, que este código tiene otro problema que condiciona aún más su efectividad: "El código de autorregulación española de 2005 para la publicidad de alimentos para los niños ignoró la calidad nutricional de los productos anunciados", escribe este experto en salud pública en The Lancet.
"El código PAOS sólo tiene en cuenta aspectos que tiene que ver con las técnicas de marketing que se utilizan", explica Royo-Bordonada a la Cadena SER. "Si no regula la calidad nutricional cualquier producto dirigido a niños se puede anunciar independientemente de la cantidad de grasas o azúcar que tenga".
Royo Bordonada también incide en la carta publicada por The Lancet en la pasividad del Gobierno a la hora de legislar : "En 2011, a pesar de la falta de efectividad de la autorregulación y los llamamientos de la OMS para proteger a los niños de la comercialización de alimentos, el Gobierno español promulgó la Ley de Seguridad Alimentaria y Nutricional, comprometiéndose de nuevo a la regulación voluntaria. La publicidad no sólo permite que los alimentos no saludables se anuncien a los niños, sino que se aplica a los niños menores de 12 años en medios audiovisuales e impresos en lugar de los niños de hasta 15 años, según lo establecido en la ley".
EL CONGRESO PIDE MÁS RESTRICCIONES PUBLICITARIAS Y ETIQUETAS MÁS CLARAS
El debate sobre la publicidad de alimentos dirigida a niños se abordó hace unas semanas en el Congreso. La Comisión de Sanidad aprobó una Proposición no de Ley de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), con una enmienda de Ciudadanos, que pedía entre otras medidas más restricciones publicitarias o etiquetas más claras. "Yo no digo que sean como las etiquetas del tabaco pero como mínimo tan claras y que se puedan leer fácilmente por parte de padres y madres o por los mismos niños", asegura el diputado de ERC, Joan Olóriz que defendió la proposición.
El texto también pide poner en marcha iniciativas «para evitar que se fomente el consumo de productos con un alto contenido en azúcares añadidos entre la población infantil mediante ganchos comerciales como juguetes, accesorios, adhesivos o incentivos no relacionados estrictamente con la promoción propia del producto».
Además insta al Gobierno a impulsar una mayor coordinación con las administraciones públicas para «la progresiva eliminación de productos con un alto contenido de azúcares añadidos de las máquinas expendedoras de los centros educativos y centros de salud».
La propuesta tuvo el apoyo de todos los grupos excepto el Partido Popular que argumentó que muchas de las medidas ya están en marcha y que considera suficiente la actual legislación estatal y europea.
El 41% de los niños españoles entre 6 y 9 años tiene sobrepeso u obesidad, según el último estudio ALADINO, el de referencia en España realizado entre más de 10.000 menores.