A Abelardo le sale Luis Enrique

Madrid

Me cae bien Abelardo y espero que rectifique y pida perdón, pero su comportamiento de ayer no tiene justificación alguna. Por muy mal que lo esté pasando el Sporting, por mucha tensión que provoquen lo malos resultados, por muchas críticas injustas que haya recibido, el bochorno de ayer en la rueda de prensa es impropio de un profesional. No va con él, que siempre se ha mostrado como una persona correcta, moderada y humilde.

Los insultos y las obscenidades que salieron por su boca, sabiendo que iban a ser recogidas por todos los medios, retratan una soberbia que no conocíamos en él. Una lástima.

Asusta pensar la cantidad de niños que van a ver y escuchar a un entrenador de primera división expresarse en público de esa manera indecente. Repugna imaginar que muchos de ellos entenderán que es la forma correcta de comportarse.

“Los “machotes”contra la prensa

Hay una generación de entrenadores que se creen “machotes” con los periodistas. Si no les gusta la pregunta… malo, y entonces sale lo más visceral y tosco de su personalidad. Como no son capaces de encontrar una respuesta educada, será que no la tienen, prefieren cargar contra el periodista, es una reacción que les sale natural como si la tuvieran grabada en su adn.

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Hay a quien se le ve a menudo, como a Luis Enrique, que se tiene que contener cada día para no mandar a los periodistas a la mierda, pero solo con el desprecio con el que contesta ya demuestra su eterno desdén hacia el gremio. A otros como a Paco Jémez les ha sido imposible aguantar la bilis cuando un periodista le recordaba algo que no le gustaba en la sala de prensa.

Ahora sale Abelardo, al que creíamos normal. Esta generación de técnicos exjugadores se hizo mayor en los tiempos en los que Clemente campaba a sus anchas contra los medios, protegido por García, Javi fue un mal ejemplo al que todos le rieron sus exabruptos. De aquellos polvos vienen estos lodos.

El carnet de periodista y socio

Y luego está el lamentable espectáculo de competir por ser un periodista, aficionado, socio y con carnet. Si lamentable fue Abelardo negando la condición de sportinguista del periodista, peor fue lo de este sacando pecho de su condición de socio y de antiguos trabajos suyos que supuestamente mostraban el amor por los colores del club. ¿Qué pasa? ¿Que para ser periodista deportivo en Gijón tienes que ser del Sporting? ¿Y en Oviedo, del Oviedo? ¿Y en Valencia, del Valencia? ¿Y en Barcelona, del Barça?

Hemos llegado a un punto ridículo, que deja a la profesión en muy mal lugar. La moda de los periodistas aficionados nació a finales de los noventa del siglo pasado y ha ido contaminando todos los medios. Antes los periodistas deportivos no eran de ningún equipo, o si lo eran no se notaba, o si se notaba no presumían de ello. Y, en cualquiera de los casos, no se les exigía para ser buen periodista.

Otro día podríamos hablar de esta deriva largo y tendido, hoy , por cerrar el tema de Abelardo, hay que decir simplemente que SE PUEDE SER PERIODISTA DEPORTIVO SIN SER DE NINGÚN EQUIPO. Y añadir que LOS PERIODISTAS NO ESTÁN PARA HACER PREGUNTAS FÁCILES.