La gestora evita abrir expedientes y se hace con el control del grupo socialista
Dos diputadas afines a Sánchez, apartadas pese a cumplir el mandato de abstenerse
El PSC se queda sin representación en la dirección del grupo socialista tras la salida de Meritxell Batet. Su puesto queda vacante hasta culminar las negociaciones con los catalanes
La gestora del partido mantiene a Margarita Robles al frente de la Comisión de Justicia
Susana Sumelzo pierde la portavocía de la comisión de Cooperación Internacional
La gestora del PSOE mantiene a Margarita Robles pero releva a Sumelzo / VÍDEO: ATLAS
Madrid
Más allá de la multa de 600 euros a la que se exponen todos los diputados por romper la disciplina en el Congreso, Ferraz ha estado barajando hasta el último momento la posibilidad de abrir expediente en el ámbito del partido a los seis parlamentarios que votaron ‘no’ y que son militantes del PSOE. Finalmente ha optado por evitarlo, según fuentes socialistas, para no ahondar en la herida.
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En esta remodelación, según la gestora, no han querido alterar el funcionamiento del Congreso y por eso se mantiene como presidenta de la comisión de Justicia a Margarita Robles, una diputada muy activa en el ‘no’ a Rajoy y el látigo de la gestora en estas semanas. También Odón Elorza, que permanece como vicepresidente de comisión, elegido ya por todos los partidos.
Pero además, no todos los diputados apartados de su responsabilidad incumplieron el mandato de abstenerse para dejar gobernar a Mariano Rajoy. El criterio que se ha utilizado es el de confianza con la nueva mayoría del PSOE. Esta es la razón por la que se rebaja a Adriana Lastra y María Luisa Carcedo. Ambas eran muy cercanas a Pedro Sánchez pero no tienen respaldo en los órganos en sus federaciones
Entre quienes incumplieron el mandato del PSOE, pierden sus responsabilidades Susana Sumelzo, que sale de la primera fila, apartan de la dirección a otras dos díscolos, la balear Sofía Hernanz y la catalana Meritxell Batet. El trato del PSC es diferenciado. Sus tres portavoces se mantienen en sus cargos y el puesto de Batet queda vacante en la dirección a la espera de que se revise la relación con los socialistas catalanes en una comisión en la que estará la propia Meritxell Batet.
El capítulo de los díscolos del PSOE comenzó tras la segunda votación del debate de investidura, que terminó con Mariano Rajoy como presidente del Gobierno tras la abstención acordada por el grupo socialista. Una decisión que no fue acatada por la totalidad del grupo, ya que 15 miembros del partido decidieron mantener el ‘no es no’ que se había acordado en el Comité Federal anterior al que propició la dimisión de Pedro Sánchez.
Estos 15 nombres fueron Meritxell Batet, Manuel Cruz, Lídia Guinart, José Zaragoza, Mercé Perea, Marc Lamuà, Joan Ruiz –integrantes del PSC, que acordó por una abrumadora mayoría mantener el ‘no’–, Margarita Robles, Zaida Cantera –ambas independientes–, Sofía Hernanz, Pere Joan Pons, Susana Sumelzo, Rocío Frutos, María Luz Martínez Seijo y Odón Elorza.
