La derechista Liga Norte italiana celebra al ganador Donald Trump

Roma

En una Italia, sorprendida todavía por la victoria de Donald Trump, los dirigentes políticos parece que necesiten tiempo para digerir la noticia. Salvo el derechista Matteo Salvini, de la Liga Norte. Acaba de decir que la llegada del candidato republicano a la Casa Blanca “es un golpazo a la globalización y una victoria del pueblo, del coraje, del orgullo y de los tiempos del trabajo y la seguridad. Una victoria que planta cara a los banqueros, a los especuladores, a los cantantes, a los periodistas y a quienes hacen las encuestas”.

Mucho más moderado, el ministro de Exteriores, Paolo Gentiloni, ha comentado que si bien “nada cambiará la amistad de Italia con los Estados Unidos, sí habrá cambios en el mundo”.

El primer ministro Matteo Renzi, siempre tan prolífero en las redes sociales, había manifestado apoyo incondicional a Hillary Clinton. Pero esta mañana brilla por su ausencia de mensajes. No así, los fieles berlusconianos como el exministro Renato Bruneta, que nada más conocerse la victoria de Trump ha pedido su dimisión de la presidencia del Consejo de ministros por su entusiasmo por el candidato perdedor.