El protocolo
El PSOE discute su relación con el PSC mientras Rajoy comprueba su debilidad
El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, durante la rueda de prensa que ofreció tras ser recibido por el rey / Javier Lizón (EFE)
Madrid
Aún no ha tomado posesión y Bruselas ya le ha mandado al Gobierno la carta para que recuerde lo de recortar. Cuando Rajoy dice que habrá de buscar apoyo "día a día", se refiere a dentro y fuera del Congreso de los Diputados.
Después de 300 días y un acuerdo -que es el que tiene con Ciudadanos- el presidente del Gobierno ha comprobado que está en minoría. Se le nota en los gestos. Este martes, tras entrevistarse con el rey, atendió todas las preguntas de la ruedas de prensa, con lo esquivo que era. No a una o dos preguntas, como hace en las cumbres internacionales. Todas. Se fue la mayoría absoluta y se llevó el plasma. Entre las frases de Rajoy, esta: "Uno es lo que es para bien o para mal. Lo que no se puede ser es lo que no se es".
De identidad andan hablando en el PSOE. Y del protocolo con el PSC, que en realidad es un papel de folio y medio que se firmó en 1978. Papel que permite tener al PSC lo que no tiene, su propio grupo parlamentario; a cambio de dar lo que no dará: disciplina de voto. Se oye debate en el Parlamento sobre la reforma de la Constitución pero parece que el documento del 78 con más opciones de reforma es ese protocolo socialista que llamaron "de unidad".
