Primer cara a cara entre Clinton y Trump

Nueva York

Hillary Clinton y Donald Trump llevan meses rebatiéndose y lanzándose ataques, pero siempre desde la distancia. Desde esta noche, eso se acabó. Estarán cara a cara en el primero de los 3 debates presidenciales de esta campaña.

Serán 90 minutos, sin pausas publicitarias, repartidos en tres grandes temas: economía, seguridad y “la dirección en la que va Estados Unidos”. Se espera que sea uno de los eventos políticos más vistos de la historia, con audiencias que pueden alcanzar los 100 millones de espectadores, proporciones de Super Bowl.

Donald Trump se impuso en los debates de las primarias dominando a sus oponentes republicanos a base de insultos y fanfarronería. Esta vez será diferente. En lugar de tener múltiples oponentes, estará cara a cara con una sola persona (en este caso muy experimentada) en el escenario.

El objetivo de Trump es parecer un presidente creíble, alguien a quien los votantes puedan imaginar como comandante en jefe. Y no será fácil, ya que la mayoría de los encuestados aseguran que no tiene ni el juicio ni las cualificaciones para ser presidente. Trump necesita mostrar que tiene un dominio básico de las políticas, incluso de su propio programa. Con tantas declaraciones contradictorias sobre Siria, ISIS, la reforma de impuestos o la criminalidad, tendrá que hacer muchas aclaraciones.

Trump busca convencer a los votantes republicanos que no quieren votar por Clinton pero a los que les preocupa su temperamento. Aunque en los últimos eventos de campaña ha demostrado que puede mantener la disciplina leyendo de un discurso, en un debate de 90 minutos no hay teleprompter. El magnate tiene a su favor su dominio televisivo y su capacidad de lanzar frases llamativas.

Únete al canal de WhatsApp de la SER

Hillary Clinton tiene el papel más difícil. Las expectativas sobre su actuación en el debate son mucho más altas. La ex senadora y ex secretaria de estado conoce las políticas al dedillo, pero aún tiene que convencer a los votantes de que es agradable, honesta y creíble. Y tiene que demostrar que Trump no está cualificado para la presidencia sin ser demasiado agresiva.

Que Clinton sea mujer no es un detalle insignificante para el debate. La investigación de género en comunicación muestra que en los debates, el candidato que pasa a la ofensiva, gana, mientras que el que está a la defensiva, pierde. Pero pasar al ataque para una mujer es delicado. Los hombres que son agresivos son percibidos positivamente, mientras que las mujeres agresivas en los debates se perciben negativamente. Es decir, tiene que atacar sin parecer enfadada.

El moderador

Ampliar

Cerrar

La figura del moderador ha cobrado una importancia especial en una campaña tan inusual y con un candidato como Trump. El elegido para el debate de esta noche es Lester Holt, el presentador del informativo nocturno de NBC.

Trump ha repetido insistentemente que los medios de Estados Unidos “manipulan” contra él y ha acusado a Holt de ser un votante demócrata. En realidad, Holt está registrado como votante republicano desde 2003. La campaña de Clinton se queja sobre los dobles estándares. Dice que los medios crean una “falsa equivalencia” entre las mentiras de Trump y las de Clinton, aunque numerosos fact-checks muestran que Trump miente mucho más.

En un foro sobre seguridad recientemente celebrado en la NBC, tanto la campaña de Clinton como la mayoría de los medios en el país dijeron que el moderador Matt Lauer fue mucho más duro con Clinton que con Trump. La campaña de la demócrata y numerosos analistas consideran que esta noche, el moderador y las demás cadenas, tiene la responsabilidad de comprobar la veracidad de las afirmaciones de Trump en tiempo real.