¿James sí? ¿James no?
La pregunta sobre si el Madrid debería vender al centrocampista colombiano toma más fuerza después de ser el tercer cambio de Zidane en Anoeta
James Rodríguez, durante el partido del Real Madrid en Anoeta / VINCENT WEST (Reuters)
Madrid
Está siendo este verano uno bastante atípico en el Real Madrid. Ni grandes fichajes –tan sólo ha habido dos presentaciones de jugadores, además, ya conocidos en la casa blanca, como Morata y Asensio-, ni tampoco marchas.
Zidane lo ha dejado claro en las últimas comparecencias. El Madrid no fichará a ningún jugador si antes no sale algún otro. Y es ahí donde todas las miradas apuntan a James Rodríguez.
El sudamericano, que aterrizó en Chamartín hace dos veranos después de brillar en el Mundial de Brasil y por el que Florentino pagó unos 80 millones de euros, es ahora un suplente, ‘suplentísimo’, de Zidane.
Este domingo, en Anoeta, James volvió a ocupar el banco, a pesar de la ausencia de algunos hombres importantes en el ataque, como Cristiano o Benzema. El joven Marco Asensio, sin embargo, sí fue uno de los escogidos para jugar de inicio.
Llegó el momento de hacer los cambios y Zidane escogió primero a otro joven, Lucas Vázquez. Luego optó por Isco y por último, por James Rodríguez. “¿Nos explica los cambios?”, le preguntaron en sala de prensa al francés. “Interpretadlos como queráis. Para mí todos son importantes y lo que valoro es lo que ve toda la semana…”, contestó.
James Rodríguez controla el balón con la cabeza en Anoeta / Juan Manuel Serrano Arce
James Rodríguez controla el balón con la cabeza en Anoeta / Juan Manuel Serrano Arce
Acerca de si había hablado con el colombiano, Zidane fue escueto y tajante: “Él está bien, está contento, trabajando. Y hemos conseguido tres puntos”.
Ante los rumores que apuntan al gran interés por él en Inglaterra y en Italia, la pregunta acerca de su futuro se repite una y otra vez. ¿Debería el Madrid venderlo?
