Grupos parlamentarios a la carta
El reglamento es contundente, pero es la Mesa del Congreso la que en último término puede alterar las condiciones que deben cumplir los partidos para constituir grupo
La composición de la Mesa del Congreso de los Diputados / ALBERTO MESAS
Madrid
Decidida la adjudicación de escaños después de las elecciones, los partidos inician las conversaciones para negociar, antes que cualquier otra cosa, la composición de la Mesa en ambas Cámaras y el esquema de los posteriores grupos parlamentarios —mucho más cuando en las Cortes no hay mayorías y cada trámite debe pasar obligatoriamente por un acuerdo multilateral—.
Reparto de puestos
Este martes, de la sesión constitutiva también salió la estructura del principal órgano de gobierno de Congreso y Senado. En la cámara alta, donde el PP posee mayoría absoluta, los conservadores se hicieron con la presidencia, una vicepresidencia —cedieron otra al PSOE— y dos secretarías. Los socialistas, además de la vicepresidencia obtuvieron una seceratía y la restante recayó en el PNV.
En el Congreso hubo más espacio para el asombro. Aunque los cargos se distribuyeron entre PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos, varias abstenciones desde los nacionalistas PNV, ERC y Partit Demòcrata Català (PDC) —antigua Convergència—, facilitaron al PP la presidencia del hemiciclo que recaló en la ministra de Fomento en funciones Ana Pastor. Más tarde en la misma sesión la Mesa, con el voto en contra de Ciudadanos, autorizó que el PDC cuente con un grupo parlamentario propio pese a no cumplir los requisitos establecidos.
Reglamento interpretativo
El artículo 23 del Reglamento del Congreso, dispone tres maneras de formar un grupo parlamentario: Obtener 15 o más diputados —vía directa—, conseguir un mínimo de 5 escaños y al menos el 15% de los votos en cada circunscripción donde se ha concurrido, o con el suelo de 5 diputados, haber logrado como poco el 5% del voto total nacional.
El 26J, Convergència con 8 escaños, únicamente superó el umbral del 15% en dos de las cuatro provincias donde se presentó, por lo que atendiendo al reglamento, no debería disponer de grupo parlamentario propio.
Algo muy similar sucedió en diciembre cuando a Esquerra Republicana, que se quedó en el 14,49% de los sufragios en Barcelona, se le concedió grupo de nuevo con la negativa de Ciudadanos.
Caso opuesto tuvo lugar tras las generales de 2011. En aquella ocasión Amaiur, con 7 diputados, tuvo que ingresar en el Grupo Mixto porque con el 14,86% de los votos en la circunscripción de Navarra, tampoco reunía los requerimientos que dicta la regla.
La concesión de grupo al PDC y aunque ambas formaciones lo han negado, ha sido entendida por muchos como un "regalo" del PP para ganarse el apoyo de las siglas nacionalistas en la investidura de Rajoy.
El Tribunal Constitucional se ha pronunciado en varias ocasiones acerca de esta cuestión apelando siempre a la capacidad interpretativa que del reglamento se le permite hacer a la Mesa.
