Griezmann o el arte de saber esperar
Como en sus primeros tiempos en el Atlético, el delantero ha tenido que pasar por el banquillo para convertirse en el jugador más importante de Francia en la Eurocopa
Madrid
Antoine Griezmann sabe que para llegar a lo más alto a veces no vale tomar el camino más rápido. El delantero fue uno de los señalados por Deschamps cuando Francia se mostraba incapaz de resolver el partido inaugural ante Rumanía. Lo sentó a falta de 25 minutos para el final y metió en el campo a Coman. El encuentro lo resolvió Payet con su tanto en el minuto 89.
Griezmann, junto con Pogba, fue carne de banquillo en el segundo encuentro ante Albania. Sin embargo, salió cuando faltaban unos 20 minutos para el 90, cuando marcó un tanto, el segundo de su equipo, que sirvió para sentenciar el choque.
Con ese tanto puso de manifiesto que ese paso breve por el purgatorio no solo no le sumió en el letargo que sufren muchos suplentes, sino que le ayudó a convencerse de que iba a ser determinante para su selección en esta Eurocopa.
Griezmann fue titular ante la República de Irlanda en octavos, donde hizo los dos goles de su equipo (2-1). Y en cuartos, ante la modesta Islandia, también jugó de inicio y marcó para el equipo de Deschamps (5-2). Sus dos tantos ante Alemania en las semifinales (0-2) no han hecho más que confirmar que se perfila como el mejor jugador del torneo, un trofeo que solo podría arrebatarle Cristiano Ronaldo en caso de que Portugal se llevara el triunfo en la final del domingo.
La historia de Griezmann con Francia es similar a la que vivió en sus primeros meses en el Atlético de Madrid. El club rojiblanco hizo una fuerte apuesta por él. Los 30 millones de euros que costó su contratación hicieron que su fichaje fuera el segundo más caro de la historia del club.
Sin embargo, Simeone no quiso regalar al francés el estatus de estrella y desde el comienzo le exigió el máximo. Tanto que Griezmann tuvo que pasar muchos minutos en el banquillo.
En la primera vuelta de su primera temporada en el Calderón –la 2014-15–, Griezmann fue titular solo en 12 de los 19 partidos disputados por el Atlético. Pero entre el final de la primera vuelta y el comienzo de la segunda comenzó un idilio con el gol que terminó por convencer a Simeone.
En ese momento, el técnico argentino entendió que el jugador podía empezar a demostrar que iba a ser la estrella del Atlético. Y el jugador cumplió: 22 goles en Liga ese año y otros 22 la temporada siguiente.
El hombre que supo esperar en el Atlético y que es clave para que los rojiblancos peleen por todos los títulos con el Barcelona y el Real Madrid tiene ahora su oportunidad de volver a hacer a Francia campeona de Europa. Seguro que Deschamps cree que los bleus lo tendrán más fácil con él en el campo.
Alfredo García
Coordinador digital de las emisoras de la SER. Anteriormente, y durante más de una década, fue responsable...