Los otros casos de presunto espionaje durante la legislatura del PP

Madrid

Las grabaciones que revela Público del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, conspirando con el director de la Oficina Antifraude de Cataluña son la última muestra de la guerra sucia contra la oposición que en estos cuatro años de legislatura del Partido Popular ha contado con varios episodios relevantes. Estos casos han estado al margen de los procedimientos judiciales y han sido jaleados por diversos medios de comunicación, pero nunca han sido admitidos como válidos por un juez.

La historia para conjurar contra el soberanismo catalán comenzó hace cuatro años, con los informes fantasmas sobre supuestas cuentas en Suiza de Artur Mas o las filtraciones para desacreditar a jueces y directores de periódicos en Cataluña. Era diciembre de 2012 cuando un grupo de policías sin identificar elaboró varios informes para desacreditar al president Artur Mas en plena campaña electoral.

Estos informes anónimos, pero con sello de la Unidad de Delitos Económicos y Fiscales de la Policía (UDEF), denunciaban que Mas tenía dinero oculto en Suiza proveniente de comisiones ilegales. La conjura policial se quedó en nada aunque fue convenientemente aireada por determinados medios de comunicación contrarios al proceso soberanista.

Este asunto de descrédito personalizado también se ha repetido contra el expresident Jordi Pujol y contra el consejero catalán de Interior, Felip Puig, de quien se dijo que llevaba en su maletero billetes de 500 euros.

En esta etapa inicial de descreditó a todo lo que sonaba a independentismo, se suman los informes anónimos, basados a veces en recortes de prensa, que denunciaban a jueces o directores de periódicos que supuestamente protegían intereses soberanistas.

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Xavier Trías y las cuentas en Suiza

Uno de los casos más jaleados mediáticamente, utilizando papeles falsos y documentos manipulados de origen policial, se produjo contra el exalcalde de Barcelona y exdirigente de Convergència, Xavier Trias. El propio fiscal general del estado, Eduardo Torres Dulce, tuvo que frenar en seco. Torres Dulce confirmaba que se la "intentaron colar" y que los informes que apuntaban cuentas en Suiza no tenían credibilidad alguna, de manera que ordenó que no se actuara penalmente.

Objetivo: Podemos

No solo el independentismo ha sido objetivo de informes fantasma o de una campaña de intoxicación muy elaborada. También formaciones políticas como Podemos están en la diana.

El famoso informe policial PISA, las iniciales de 'Pablo Iglesias Sociedad Anónima', sobre la supuesta financiación irregular de Podemos fue reclamo para opiniones y editoriales que "movieron el árbol", pero que no llegaron a ser validados por los tribunales.

Este informe de inteligencia, atribuido a la Dirección Adjunta Operativa, está siendo investigado por el Tribunal de Cuentas, mientras que el Tribunal Supremo lo archivó de plano después de que la fiscalía asegurase que no tenía credibilidad y que estaba basado en conjeturas y recortes de prensa.

El colmo de la presión policial, fue protagonizado por el jefe de la UDEF, el comisario Manuel Vázquez, que se ofreció personalmente a explicar a los magistrados del Supremo este informe que no había pasado antes ningún filtro judicial. Le dieron con la puerta en las narices.

El pequeño Nicolás y Rodrigo Rato

También hay informes anónimos y cruces de grabaciones ilegales, con guerra interna policial incluida, que trataban de vincular a Francisco Nicolás, conocido como el pequeño Nicolás, con el Centro Nacional de Inteligencia. El caso esta en los tribunales, pero enfangado con denuncias entre los propios policías.

Otro de los episodios oscuros que involucran al Ministerio del Interior es la reunión que tuvo el ministro Fernández Díaz en su despacho con Rodrigo Rato, y que nunca ha sido suficientemente esclarecida.