No estaba muerto, tenía ansiedad
Rafa Nadal, dos años y medio después, encadena dos títulos seguidos con su victoria en el Godó
Madrid
Marzo, 2015. Rafa Nadal cae en tercera ronda del Masters 1000 de Miami ante Fernando Verdasco, es un momento muy duro dentro de una temporada muy difícil. No consigue disfrutar en la pista, no gana.
Minutos después de aquella derrota, ante los medios de comunicación, confiesa abiertamente que está jugando con ansiedad.
Hacía público un problema común en la vida y también en el deporte, incluso para un gran campeón como él. Añade inmediatamente después que lo va a solucionar, en una semana, en seis meses o en un año. Y tenía razón, lo ha hecho.
Un año y un mes después consigue volver a ganar. Dejaba de luchar contra sí mismo para hacerlo contra el rival. Ganó Montecarlo y ayer lo hizo en Barcelona, en el Godó, 49 títulos en tierra batida igualando ya a Guillermo Vilas. Hacía dos años y medio que no ganaba dos torneos de forma consecutiva.
En este país se nos da muy bien jubilar ídolos deportivos para después resucitarlos a nuestro antojo. Pasamos de dar por hecho que Rafa no volverá a su nivel a exigirle que sí o sí gane su décimo Roland Garros. Sin miramientos. De la noche a la mañana.
El camino a París tiene antes dos estaciones, Madrid y Roma. No sabemos si lo conseguirá, pero lo que está muy claro es que Nadal, a estas alturas, no tiene nada que demostrar.