El Supremo rechaza el recurso de un condenado por asesinato que se comparaba con Leopoldo López

Madrid

Alejandro, con la doble nacionalidad española y venezolana, mantuvo una relación sentimental con Bárbara mientras trabajaba para la empresa de su padre en aquel país entre los años 2004 y 2009. Una relación marcada por los malos tratos que terminó con Bárbara sobre una cama, rociada de gasolina. Falleció en julio de 2009 como consecuencia de las heridas que sufrió después de que el acusado le prendiera fuego.

Alejandro fue detenido en el país caribeño y puesto en libertad con cargos. Con la ayuda de su padre logró fugarse. Llegó Brasil y viajó a España donde fue detenido, juzgado y condenado. La Audiencia Nacional le impuso 24 años y medio de cárcel por asesinato y maltrato. El Tribunal Supremo ha rebajado la condena a 23 años de reclusión porque entiende que el delito de maltrato no fue objeto de enjuiciamiento.

La sentencia, de la que ha sido ponente el magistrado Joaquín Giménez, rechaza el recurso del condenado que se comparó con el opositor, Leopoldo López, alegando que había sido condenado en base a testimonios y pruebas recabadas en Venezuela, "un país que no guarda las mínimas exigencias de un sistema democrático y de un Estado de Derecho". Dice la sala que "la pretensión del recurrente de conectar la valoración errónea de la prueba por la inseguridad jurídica de Venezuela debe ser rechazada de plano porque se trata de un juicio de valor -realmente de desvalor- que se agota con la sola enunciación".