El Clásico marca a Zidane

Madrid

Más allá del puntaje -que diría Pellegrini- y del efecto sobre el estado anímico que el partido del Camp Nou tendrá en los dos equipos de cara a la Champions, todos los focos del Clásico apuntarán a la lustrosa calva de Zidane. Luis Enrique y sus chicos se han ganado durante toda la temporada a base de buenos resultados, el crédito de aguantar un presumible mal resultado sin demasiados sobresaltos, pero el Madrid ya ha agotado el cupo de “bajonazos” durante el campeonato.

Decir que un tipo con el prestigio y el caché de Zizou se la juega en 90 minutos puede parecer exagerado, pero en este Madrid y con este presidente es una realidad impepinable. Benítez, que lo hizo todo mal, empezó a cavar su tumba con la derrota de la primera vuelta ante un Barca sin Messi y ya no fue capaz de levantar la situación. Un mal resultado y una mala imagen ante los ojos del mundo rebajarían al mínimo el nivel de confianza en un entrenador cuyo principal aval, hasta el momento, ha sido rebajar el nivel de crítica y hacer de escudo del presidente.

Si el Madrid se marca un buen partido ante el mejor equipo del momento la cotización de Zizou para seguir siendo el piloto de la nave subiría como la espuma. Así funciona este club, donde el análisis no va mucho más allá del último resultado y la estructura deportiva responde al impulso que pase, en cada momento, por la cabeza de Florentino Pérez.

Con la Liga casi perdida y la Champions del año que viene asegurada, el error sería pensar que el Madrid se juega poco más que la honra contra el Barcelona. En juego está evitar-o aplazar- un terremoto de rumores y portadas que sentarían como una bomba en la caseta de Valdebebas y convertirían el ambiente en irrespirable justo antes de poder agarrarse al siempre apetecible salvavidas de la Liga de Campeones.