"Temí que hubiera bomba en mi metro"
El conductor del metro que iba justo después del que explotó relata a la Cadena SER los primeros momentos tras el atentado
Bruselas
José del Río no escuchó la explosión pero se quedó helado al oír cómo su compañero del metro siniestrado describía a través de la radio interna de emergencia lo que podía ver, reclamando refuerzos. "Pensé en París, en Madrid, en Ankara, Estambul, Nueva York", un pensamiento rápido porque su temor era que otra bomba explotara en su propio convoy. "El miedo que tuve en ese momento es que, al estar tan cerca y tener que pasar por las Instituciones Europeas, yo no tenía para nada seguro que no hubiese otra en mi metro".
'Yo no tenía para nada seguro que no hubiese otra en mi metro'
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En hora punta, un metro de Bruselas puede transportar casi a mil personas. En el de José iban unas 500. La mayoría conscientes ya de que la explosión del aeropuerto había sido un atentado. "Yo a bordo tendría entre 300 y 500 personas con lo que sólo pensaba en evacuarlas rápido y sin incidentes".
El maquinista se bajó del vagón. Por la megafonía había dicho ya que el viaje había terminado y que tenían que dejar la estación: "Pensé en un mensaje claro y en controlar la voz para no dar a los viajeros la sensación de miedo y conseguir que salieran deprisa, lo que para mi suerte, hicieron".
'Pensé lo que te nía que decir para ser claro y que no conduese el pánico'
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Ya con la policía y la estación cerrada, a José le tocó acompañar a las fuerzas especiales de seguridad a revisar el convoy. No había nada. Su tren quedó parado a 1.200 metros de la estación de Schuman. La próxima era Maelbeek, donde la suerte quiso que la explosión fuera poco después del cruce entre dos metros, afectando tan solo al vagón en el que viajaba el suicida. Aunque esto no ayuda a que José pueda dormir mejor.
Nacido en Bélgica y con 10 años de profesión, José sintió cierto temblor al reincorporarse a su trabajo el miércoles. "No era miedo", nos dice, "fue sólo al entrar en la estación". Pero se le pasó al llegar a la sala donde esperaban comenzar con su turno todos los compañeros: "Estar todos allí, saber que no estoy solo, es en estos momentos lo mejor".
“Al volver a entrar en la estación de metro me entraron escalofríos”
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