Sánchez se verá con Iglesias sin margen para una oferta diferente a la fracasada
Pedro Sánchez afronta esta semana su primera reunión con Pablo Iglesias tras la investidura fallida y la tensión de ese debate. Los socialistas defienden que es posible el "cambio a cambio de nada" como ha ocurrido en algunos de los territorios que visitó Sánchez la semana pasada
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Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, durante uno de los debates electorales. / REUTERS
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Madrid
Pese a la "cal viva" de los GAL que sacó a relucir Pablo Iglesias en el Pleno de investidura y al "adanismo" del que le acusaron desde el PSOE, habrá reunión de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias pero sobre la misma base que impidio que entonces hubiese acuerdo: el pacto de los socialistas y con Ciudadanos. Fuentes socialistas admiten que es escaso el margen que tiene el líder socialista para ofrecer algo diferente a lo que fracasó así que el PSOE sigue confiándose a que termine por funcionarle la presión sobre Podemos para que se sume al cambio.
Esa alianza con Ciudadanos es estratégica para el PSOE. Le permitió a Pedro Sánchez reforzarse interamente para seguir intentado ser presidente tras su primer fracaso toda vez que aumentó el número de escaños a su favor (de 90 a 131) y lograr el aval de la militancia a ese pacto (obtuvo un 80% de síes entre los 52% de afiliados que participaron). Es un acuerdo, por tanto, que ha impedido que se cumpla la hoja de ruta diseñada por el sector crítico socialista, que jugaba con la hipótesis de que, tras la sesión de investidura fallida, acabaría el recorrido del secretario general para intentar llegar a la Moncloa. Por eso forzaron la fecha de las primarias internas para elegir a su relevo para el 8 de mayo, solapando el calendario de la gobernabilidad (hay margen hasta el 3 de mayo para buscar un acuerdo) con el proceso interno (el 11 de abril se tienen que ya presentar los precandidatos).
Más allá de los réditos internos, en el PSOE también dan por bueno su pacto con Ciudadanos por cómo funciona de cara al resto de partidos porque, de facto, tapona las posibilidades de Mariano Rajoy, cuyo único socio potencial sería la formación naranja.
Son estas razones las que explican que fuentes de la direccion socialista aseguren que el de Pedro Sanchez y Albert Rivera es un "matrimonio de conveniencia", que les permite a ambos liderar la iniciativa, uno en la izquierda y otro en la derecha, hablándole cada uno a su electorado y trabajándose sus respectivos espacios políticos en un momento en el que los pasos de los partidos se hacen, sobre todo, evitando el desgaste ante unas más que probables nuevas elecciones.
Así que, según fuentes socialistas, Pedro Sánchez hablará con Pablo Iglesias sobre esa base. Pretende "el cambio a cambio de nada, a cambio del cambio", como lo explican en su entorno. Para ilustrar que es posible, el líder socialista estuvo la semana pasada de ruta por lugares como Coruña o Zaragoza donde la suma se hizo en estas condiciones. Sánchez conoció de cerca la relación de PSOE y Podemos en territorios donde ya cohabitan como Aragón o Comunidad Valenciana, amen de su conversación en Bruselas con Alexis Tsipras, así que todo será lo que ponga sobre la mesa en la cita con el líder de la formación morada.
Los socialistas han accedido a que se produzca esa reunión entre ambos líderes, sin Ciudadanos, porque su prioridad era el desbloqueo de las conversaciones antes de Semana Santa. No querían en Ferraz perder la iniciativa política ni el foco mediático después de la investidura fallida y sin que el rey haya encargado la formación de gobierno a ningún candidato.
De todas formas, Pedro Sánchez acude a esa reunión con "expectativas moderadas", sobre todo después de la crisis interna de Podemos. La lectura que hacen en Ferraz de las decisiones de Pablo Iglesias tiene que ver con una radicalización de sus posiciones, tras retirar a dirigentes como Sergio Pascual que, según el análisis de Ferraz, era más proclive a la negociación.
Hay voces entre los socialistas que opinan que la división de Podemos puede poner a Iglesias en la tesitura de querer evitar elecciones a toda costa, pero son mayoría los que piensan que, pese a los intentos de Pedro Sánchez, no va a lograr ser presidente a cambio de nada. Y admiten esas fuentes que es "estrecho" el margen con el que cuenta Pedro Sánchez, tanto por el acuerdo con Ciudadanos en sí mismo como por los recelos que despierta en muchos sectores del PSOE, de forma muy especial en los dirigentes territoriales de Andalucía, Extremadura o Asturias, un gobierno de coalición con Pablo Iglesias.