Los voluntarios se irán pronto, los refugiados se quedarán
Las sensaciones se acumulan al abandonar el campamento de refugiados de Idomeni
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Alicia, Mireia, Mónica y Manuel, voluntarios en Idomeni / RAFA PANADERO
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Reportaje Voluntarios en Idomeni / Hoy por Hoy
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Idomeni (Frontera greco-macedonia)
Desde hace días en un lugar como el campo de Idomeni, que es un auténtico lodazal, no hay nadie que no hable de la lluvia. “Es que lleva una semana cayendo agua. Las tiendas están sobre el agua, duermen dentro pero sobre mojado”, cuenta Alicia. Lleva aquí casi dos semanas, como voluntaria, haciendo desde actividades para niños hasta reparto de ayuda. Viajó con la asociación Señora Wakeup, en la que también está Mireia: “Lo hacemos gracias a donaciones. Empezamos con amigos y conocidos, y con el tiempo se ha ido ampliando”.
Con ellas llegó también Mónica, que además colabora con FotoMovimiento. Lamenta que aquí falta de todo, médicos, comida, ropa… Y le sorprende que a veces sean los detalles más pequeños los que más ayudan a recuperar la dignidad: “Nosotras regalamos tres botes de perfume a tres chicas sirias y no paraban de darnos las gracias. Decían que eso era lo que querían, volver a oler bien, porque se había convertido en algo imposible”. En el fondo, añade, "se trata de recuperar la dignidad".
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Niño refugiado junto a su tienda en campamento de Idomeni / Rafa Panadero
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Niño refugiado junto a su tienda en campamento de Idomeni / Rafa Panadero
Pronto tendrán que volver a casa y asumen que no va a ser fácil, pero se acaban las vacaciones y los permisos sin sueldos. De aquí se irán con un montón de sensaciones. “Lo que más impresiona son los niños, hay muchísimos. Niños que no van a la escuela, que no juegan, que se caen y no se quejan, a los que das un caramelo y no sonríen. Como si no tuvieran emociones”, dice Alicia.
Para Mireia lo más importantes es la dignidad y la fortaleza que a ha visto en los refugiados mientras que Mónica recuerda un momento muy especial: “Había sido un día muy duro y paramos en Polykastro. Estábamos desechos porque veíamos que no podíamos hacer nada y la situación nos estaba superando. Empezaron a llegar periodistas y fotógrafos, todos igual diciendo "es horrible, es horrible". Y todos empezamos a llorar. Cuando paraba uno, empezaba otro. Se me va a quedar grabado. Éramos 12 personas, ahí paradas, sin decirnos nada, mirándonos a los ojos en silencio, sobrepasados, hundidos…”
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Aspecto general del campo de Idomeni / Rafa Panadero
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Aspecto general del campo de Idomeni / Rafa Panadero
Se irán con todos esos recuerdos y también con la ilusión de no tener que volver a este lugar siniestro, de donde no pueden irse más de 10.000 personas que hoy, un día más, amanecen pendientes del barro y de la lluvia, inevitable, pero pendientes sobre todo de si abren o no abren la frontera.
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Rafa Panadero
Ha desarrollado casi toda su carrera profesional en la Cadena SER, a la que se incorporó en 2002 tras...