Sigue la declaración de Urdangarin por el presunto desvío de fondos públicos desde el Instituto Nóos
Las declaraciones de los acusados concluirán con el interrogatorio a Cristina de Borbón que no responderá a las preguntas de Manos Limpias que le acusa de cooperación necesaria en dos delitos fiscales atribuidos a su marido
Palma de Mallorca
Con un hilo de voz cubrió sus primeras dos horas de interrogatorio el pasado viernes. Iñaki Urdangarin vuelve al estrado de la Audiencia de Palma para responder por el presunto desvío de casi cinco millones de euros públicos desde el Instituto Nóos a empresas suyas y de su exsocio, Diego Torres. Continúa el interrogatorio del fiscal, Pedro Horrach, que ya ha interrogado al acusado por los contratos que obtuvo la entidad sin ánimo de lucro que dirigía para organizar los juegos europeos en Valencia y para que Baleares patrocinara el equipo ciclista Banesto.
Urdangarin, que pidió a Diego Torres su ayuda porque quería contar la verdad, mantiene la misma tesis que en sus interrogatorios como imputado. Se ha presentado ante el tribunal como un hacedor de grandes proyectos que dejaba encarrilados en manos de otras personas desconociendo como se articulaban después. Él se dedicaba a las relaciones personales para lanzar esos proyectos pero desconocía por completo el funcionamiento del Instituto Nóos y de su empresa Aizoon. Los asuntos fiscales, laborales, la gestión y administración de las firmas estaba en manos de sus asesores que eran Marco Antonio y Miguel Tejeiro. "Yo me fui de Nóos sin ningún papel" o "yo dirigir, dirigir no dirigía, yo me encargaba de supervisar" fueron algunas de las respuestas que dio al fiscal. Un Iñaki Urdangarin que llegó a reconocer que se había enterado de que tenía trabajadores fantasma durante la vista oral y que negó tajantemente ser un comisionista que fue de lo que le acusaron los implicados en la rama balear del fraude del Instituto Nóos.
Cuenta atrás para Cristina de Borbón
Después de Iñaki Urdangarin será el turno del asesor, Salvador Trinxet, y por último de Cristina de Borbón. La declaración de la infanta llega rodeada de polémica después de los cambios en el calendario acordados por la sala para que lo hiciera en último lugar y de la mano de hierro con la que la presidenta del tribunal, Samantha Romero, ha parado los intentos del fiscal de atacar las acusaciones contra ella que solo sostiene el pseudosindicato, Manos Limpias. Mano de hierro con el fiscal y manga ancha con la acusación popular a la que se ha permitido preguntar por el papel de la hermana del rey en el Instituto Nóos, a pesar de que la Audiencia de Palma ya la había desvinculado por completo de cualquier hecho delictivo relacionado con la entidad. Cristina de Borbón no responderá a las preguntas de Manos Limpias que pide ocho años de cárcel para ella.