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DEBATE DE INVESTIDURA

El “delicado trago” de Mariano Rajoy en el debate de investidura

El líder del PP no puede dar “un portazo” a Sánchez y Rivera porque los necesita para formar Gobierno. Los populares temen que la corrupción sea la protagonista del debate de investidura

Mariano Rajoy, con su jefe de Gabinete, Jorge Moragas, en el Congreso. / REUTERS

Mariano Rajoy, con su jefe de Gabinete, Jorge Moragas, en el Congreso.

Madrid

En el Partido Popular viven esta semana como si fuera un paréntesis, que se abre con el discurso de Pedro Sánchez y se cierra con la investidura fallida del líder socialista. No creen que Podemos vaya a abstenerse en el último minuto y, por eso, piensan que todas las negociaciones se reanudarán a partir del 5 de marzo, en un escenario de gran incertidumbre.

Desde la dirección nacional cuentan que este no es “un trago amargo sino delicado” para Mariano Rajoy porque tiene que hacer un discurso contundente pero sin excederse. El líder del PP rechazará el acuerdo entre PSOE y Ciudadanos pero es consciente de que después tiene que volver a tender puentes para formar “su gran coalición”. “Debe darles un no como respuesta, sin hacerles daño. No puede ofenderles porque necesita su apoyo si quiere formar gobierno. Así que no debe dar un portazo definitivo a Pedro Sánchez o Albert Rivera. Es un difícil juego de equilibrios”, comenta un dirigente de la cúpula popular.

En la Moncloa explican que este fin de semana el presidente en funciones no ha participado en ningún acto de partido porque se ha encerrado a preparar su intervención. Acudirá con un amplio catálogo de réplicas al pacto suscrito, denunciará que se ha levantado un cordón sanitario contra su formación y lamentará que sólo se pretenda derogar todo su legado. Los que le rodean aseguran que afronta estos días con “serenidad”, como un trámite más que debe sortear. Hoy se reunirá con su Comité de Dirección y les dará instrucciones. La orden es que, llegado el momento, nada de abstención. El PP votará en contra.

Para muchos populares van a ser unos días complicados en los que van a ver cómo su jefe de filas, la persona que ha ganado las elecciones, no es la protagonista. Les parece que ha perdido toda la iniciativa política y que va a ser “muy duro” ver a otro ocupando su lugar. Pero en la dirección conservadora piden esperar a la foto final. “Donde hay luces ahora, luego habrá sombras”, señala un alto cargo del PP. Está convencido de que esta “comedia de enredo entre Gran Hermano y unos entremeses cervantinos genera frustración entre los ciudadanos”.

Pero lo que más preocupa en el PP es que la corrupción salpique todos los discursos. Piensan que el líder del PSOE puede utilizar los casos que les afectan para poner en evidencia a Podemos. Para recordar que la formación de Pablo Iglesias prefiere hacer lo mismo que “un partido corrupto, con tal de no apoyar a los socialistas. “Sánchez será un indecente si focaliza todo su discurso en Rajoy en vez de en hablar de su proyecto para España”, dice José Luis Ayllón, secretario de Estado de Relaciones con las Cortes. Para su denuncia recurre al mayor reproche que se oyó durante el debate de la campaña y que sirvió para poner punto final a la relación entre ambos dirigentes. Los marianistas salen a dar la cara por su jefe. Pero a pesar de todo, algunos diputados acuden a esta cita con miedo, pendiente de si “el melodrama” de Rita Barberá o “el culebrón” de Ignacio González lo contaminan todo.

Rajoy va dispuesto a afrontar cualquier cosa. Hay quien no descarta que estalle algo más en estos días. Por eso le han elaborado un dossier que lleva a todas sus entrevistas. En este se recogen 174 casos de dirigentes populares que fueron absueltos o archivados. Entre ellos está el nombre del ministro de Industria, José Manuel Soria, o el del presidente del PP de Melilla, Juan José Imbroda. Pero el líder del PP también va preparado para los ataques. En Génova, Javier Arenas, con la colaboración de Comunidades Autónomas y Ayuntamientos, ha desarrollado un documento que recopila los escándalos de corrupción del PSOE. Se recogen más de 20. La mayoría son de Andalucía, con los Eres y el fraude de los cursos de formación a la cabeza. Pero también se recuerda el caso Gómez Besteiro en Galicia y otros en Cantabria o Aragón. De modo que si le llueven los reproches, Rajoy recurrirá al consabido “y tú más” con su listado. “Los socialistas no están para presumir porque están igual que nosotros”, dice un senador.

Los populares consideran que en este debate van a estar “todos bien atados” y sólo va a servir para que cada uno se retrate. “Sánchez también tiene que tener cuidado. No puede llegar y cargar contra Rajoy por su actuación en la lucha contra la corrupción. Mientras Rivera le pide que se abstenga. Sería todo surrealista”, comentan varios parlamentarios. En el Partido Popular consideran que sólo hay una persona que puede salir beneficiada de toda esta situación: Pablo Iglesias porque tiene la oportunidad de situar a Sánchez a la derecha y presentar a su formación como la única representativa de la izquierda. “Es como lo que hizo Felipe González, cuando utilizó la moción de censura a Adolfo Suárez, para ganar él proyección política”, comenta un portavoz del PP.

 
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