'Cuestión de tiempo', otro programa fallido de TVE
El espacio presentado por Patricia Gaztañaga confirma su derrumbe en su segundo día
Madrid
Es estreno de 'Cuestión de tiempo' fue malo, pero si algo le han demostrado los audímetros a TVE es que en su apuestas de la franja de tarde, todo puede ir a peor. Así, 'Cuestión de tiempo' ha caído aún más en su segunda emisión, consolidándose como un nuevo patinazo del área de entretenimiento del Ente público.
'Cuestión de tiempo' es un talk show con el que TVE pretendía reavivar las maltrechas tardes de La 1. Llegó este lunes para sustituir en parrilla al magacín de salud 'Esto es vida', el penúltimo fracaso de TVE en esta franja que ha durado poco más de 3 meses. Pero los datos de 'Cuestión de tiempo' son tan malos como los de 'Esto es vida'.
En su estreno, este nuevo espacio presentado por Patricia Gaztañaga ('El diario de Patricia') logró un pobre 4,8% con 516.000 espectadores. Números que han empeorado en su segundo día. Este martes, 'Cuestión de tiempo' promediaba un 4% con 462.000 seguidores.
Cifras que hablan muy a las claras del pinchazo de TVE con este formato. Evidentemente, sería precipitado hablar de fracaso con tan solo dos emisiones, pues tiempo tiene de remontar en audiencia. Lo que sí se puede constatar es que 'Cuestión de tiempo' es un programa fallido. Es televisión de hace, al menos, una década.
Cuesta creer que TVE recurra al desgastadísimo y abandonado formato del talk show para revitalizar una franja como la de la tarde con la que la cadena tiene tantos problemas y que supone su mayor lastre al cabo del día. No por el género del formato (talk show) que, bajo determinadas circunstancias pudiera funcionar en audiencia, sino por cómo se traduce en 'Cuestión de tiempo'.
Sergio Lizarraga, su productor ejecutivo, indicó dos elementos "importantísimos" que incorporaba este programa a un talk show convencional y que, a su juicio, suponía una evolución: "la caja del tiempo, y el salir a la calle a buscar a los protagonistas en sus entornos naturales. La caja del tiempo será siempre positiva y contendrá una historia bonita".
Es decir, el espectador se encuentra ante un programa de testimonios sin plató, donde la presentadora pasea por parques con los protagonistas y se sienta en un banco a escuchar sus historias o en el sofá de su piso; lo que no nos deja imágenes de lo más televisivo, precisamente…
En esencia, 'Cuestión de tiempo' no se diferencia mucho de otros formatos como 'Tengo una carta para ti' o 'Hay una cosa que te quiero decir'. Es un programa que relaciona la emoción y el tiempo y que propone a sus participantes guardar en una caja de apertura retardada aquello que sienten hoy para entregarlo a quien decidan. También deciden cuándo debe abrirse. La productora responsable es el Grupo Secuoya, empresa a la que en los últimos años TVE ha encargado una decena de proyectos, la mayoría con audiencias discretas.
Lo que transmite este nuevo programa de TVE es falta de medios (lo que no quiere decir que no los tenga). La no existencia de un plató en el que reunir a los participantes y en que ofrecer una mejor realización televisiva (en un plató todo está más controlado) resta mucho orden y gran potencia visual al espacio.
Además, el tono extremadamente positivo de cada historia -a veces, empalagoso-, por feo que esté decirlo, adormece y aburre. 'Cuestión de tiempo' es, por tanto, un talk show sin plató y sin conflicto, dos elementos que sí son "importantísimos" y que lo convierten en un formato fallido. Más que una evolución, 'Cuestión de tiempo' es una involución del género talk show.
Las audiencias podrán mejorar o no, pero es complicado respaldar la apuesta por este programa que, por el momento, hunde aún más a las tardes de TVE. Dos días y 'Cuestión de tiempo' se lleva el peor dato de la tarde de La 1. Y mira que es complicado lograrlo…
- FRANJA DE SOBREMESA-TARDE EN LA 1