El 'Air-Force Atlético' derriba al Eibar

El Atlético volvía a casa después de recibir una dura derrota en el Camp Nou, donde dejó una imagen tan buena como alocada por algunas de las acciones que le costaron el partido. Así que los de Simeone necesitaron de un tiempo de aclimatación, como si hubiese que volver a juntar las piezas del motor.

En el inicio de la segunda mitad, un error de Saúl propició que Keko batiese a Oblak y adelantase al Eibar en el Calderón. No lo celebró por respeto a la que fue su afición hace años. El gol hizo un clic en el estadio y en el equipo.  Y el Atlético volvió a su esencia de toda la vida.

Dos córners le bastaron al equipo de Simeone para dar la vuelta al partido. Primero fue Giménez en un poderoso salto, era el empate y se tranquilizó toda la grada. El segundo en un guiño del destino fue cosa de Saúl, el que había fallado en el gol rival. El joven jugador del Atlético lo celebró con muchísima rabia.

El resto del partido sirvió para que Carrasco mostrase su clase en varias cabalgadas de mérito por el verde del Manzanares, pero sobre todo valió para volver a disfrutar de Fernando Torres. El ídolo del Calderón salió y se dejó el alma en varias carreras, levantando al público con su fe. Así hasta que llegó el gol número 100 con la rojiblanca, y el estadio se vino abajo.