Sánchez irá a la investidura si el rey le propone pero pedirá margen para negociar
El líder socialista ha llamado a Albert Rivera el mismo día que el PSOE rechaza en un comunicado el "chantaje" de Podemos

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, durante su reunión con el rey Felipe VI. / POOL (Reuters)

Madrid
Si el Rey propone a Pedro Sánchez como candidato a la investidura al término de la nueva ronda de consultas de la próxima semana, el líder socialista "asumirá su responsabilidad", pero pedirá margen para poder negociar, según fuentes cercanas al secretario general. Sánchez no va a decirle a Felipe VI que le proponga como candidato, entiende que todavía es el tiempo de Mariano Rajoy, pero considera que con tiempo puede lograr el pacto que desbloquee la situación.
En la mañana del sábado, lo primero que ha hecho el líder socialista es dar a conocer que ha contactado con Albert Rivera, líder de Ciudadanos. Minutos después, el PSOE ha emitido un comunicado: "El Rey ha convocado una nueva ronda de consultas de la que debería salir, de nuevo, el encargo de formar gobierno a una persona propuesta por el primer partido de la Cámara. Por ello, y mientras tanto, el PSOE no va a emprender negociaciones con otras fuerzas políticas para intentar fraguar una alternativa de Gobierno estable". La dirección socialista eleva también el tono contra Podemos y asegura que no va a entrar en una negociación planteada desde el "chantaje".
Ese comunicado llega 24 horas después de la oferta de Pablo Iglesias, a la que Ferraz ha respondido en tres tiempos a los acontecimientos, modulando su respuesta.
Primero: la prudente reacción de Pedro Sánchez en rueda de prensa con el aviso de que él negocia a izquierda y derecha pero que los votantes de Podemos no entenderían que ambas formaciones no se pusieran de acuerdo.
Segundo: la rueda de prensa del secretario de Organización, César Luena, cargando las tintas contra Mariano Rajoy y dejando un escenario confuso sobre los planes de Pedro Sánchez después de una tarde en la que voces como Alfredo Pérez Rubalcaba habían expresado ya su indignación con Iglesias.
Tercero: un comunicado en el que Ferraz habla ya de chantaje de Podemos en medio de una catarata de voces y reacciones en las redes sociales en las que denuncian el intento de "humillación" de Podemos al PSOE y una llamada de Pedro Sánchez a Albert Rivera, de unos 15 minutos para analizar el escenario. Ha llamado antes a Rivera a pesar de que ayer hubo un contacto vía SMS con Iglesias en el que quedaron en comunicarse durante el fin de semana.
Ferraz lanza así un mensaje de tranquilidad en clave interna. Eleva el tono contra Podemos para calmar a los sectores críticos, sobre todo a las federaciones andaluza, extremeña o asturiana que recelan del pacto con Podemos, y pone el acento en Albert Rivera.
El comunicado del PSOE añade que el partido "sí mantiene y mantendrá contactos y diálogo con todas las fuerzas políticas, y lo va a seguir haciendo, con el fin de evaluar la situación y acercar posiciones en torno a cómo afrontamos los graves desafíos que España tiene, y a los problemas que acucian a muchos ciudadanos".