Un Barça pasota sale vivo de Málaga

El FC Barcelona apenas tardó un minuto en adelantarse en La Rosaleda, una jugada por la derecha acabó en una pseudoasistencia de Suárez a Munir para que el hispano-marroquí hiciera el primero. Se las prometía muy felices el equipo de Luis Enrique, pero el partido se terminó declarando en rebeldía.

Desde ese gol, el Málaga subió como la espuma y apretó al Barça en su salida de balón. La mezcla de Mascherano y Vermaelen se cortó como el agua y el aceite y Cop, Juanpi y Charles se aprovecharon de ello llegando con mucha claridad a la meta de Bravo.

Así llegó el gol de empate, tan merecido como trabajado por parte de los andaluces. Lo hizo el canterano Juanpi. En la segunda mitad no cambió demasiado la tónica, con un Barça aciago en todas sus acciones y un Málaga ordenado y trabajador. Sin embargo tuvo que aparecer Leo Messi para decantar la balanza.

Adriano puso un centro medido - en lo único bueno que hizo en el choque- y Messi con una acrobacia batía a Kameni con su pierna derecha. 1-2 y respiraba Luis Enrique en la banda, sabedor de que tanta rotación lastró a su equipo sobremanera. En los minutos finales el equipo catalán siguió sufriendo las acometidas malagueñas pero los de Gracia tenían la pólvora mojada.

Una victoria afortunada para el Barcelona, que mete mucha presión al Atlético y al Real Madrid para sus partidos de este domingo. Una de esas victorias circunstancias que al final terminan decantando una Liga.

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