En busca de la obra perdida en la Biblioteca Nacional
La Biblioteca Nacional cierra sus puertas hasta el viernes para hacer recuento de sus fondos y buscar obras perdidas o mal catalogadas
Madrid
"A polvo, a viejo... ¡a cultura! (risas)". Así huele el lugar en el que desde hoy y hasta el próximo viernes 22 de enero trabajarán Ángel Gómez y Carlos Vera. Ambos han sido galardonados con el Premio Nacional de Encuadernación y son los responsables de la restauración de los dos códices de Leonardo da Vinci que hay en Madrid. Esta mañana llevan bata blanca y nos los hemos encontrado en un estrecho pasillo entre las estanterías de la planta 9 de la Biblioteca Nacional (BNE). Uno de ellos sentado en el suelo y concentrado en un trabajo distinto al de todos los días: "Estamos haciendo recuento de la Biblioteca, vamos comprobando si falta algún libro, si está mal colocado o si hay signaturas que están cambiadas".
La de Ángel y Carlos es una de las parejas de 200 empleados de la Biblioteca Nacional que se encargarán durante esta semana de revisar 300.000 de los 33 millones de documentos que alberga la institución en sus seis depósitos. Ángel y Carlos tendrán que revisar 8.000 volúmenes esta semana: "Encerrados en el depósito, con luz artificial y haciendo un trabajo repetitivo", dicen acerca de lo que les espera estos días, pero a veces salta la liebre y se llevan una sorpresa escondida entre los miles de tomos. Hace unos minutos han encontrado un libro del siglo XVI que no debería estar donde estaba y tenía una encuadernación maravillosa, dicen, con una tapa dorada y relieves, "y claro, a nosotros, como encuadernadores, esto nos atrae mucho".
Desde el año 2008, la Biblioteca Nacional de España cierra sus puertas la tercera semana de enero para, como lo llaman, hacer recuento. Yolanda Ruiz Esteban, directora del Departamento de Adquisiciones e Incremento del Patrimonio de la BNE, explica que la institución aprovecha también estos días "para organizar sus archivos, actualizar las colecciones -sobre todo las que están a disposición del público-, y se trabaja en la racionalización de los espacios, el principal problema que tenemos en las bibliotecas nacionales". Esta semana, añade, "tratamos de llevar un control preciso y exhaustivo de las colecciones y hacer esto solo en una semana al año no es hacer mucho, pero vamos detectando fallos".