Izquierda Unida-Unidad Popular, el éxito de la campaña contracorriente
La coalición desborda las expectactivas de público en una campaña que aspira a dar la sorpresa y romper las encuestas
Carteles de Alberto Grarzón en Ronda. / JON NAZCA (Reuters)
Madrid
Creen en la candidatura de Alberto Garzón que la campaña les ha sentado bien y que han ido de menos a más, remontando una situación con casi todo en contra: las encuestas y la exclusión de los debates.
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Un balance favorable que cimentan en la reacción de la gente, han llenado con creces todos los actos, en los que se ha visto a un perfil de público rejuvenecido y también nuevo, más allá de la militancia y los incondicionales de siempre. La presencia muy activa en redes, con un equipo de creativos digitales que ha cosechado varios trending topic, completa el balance positivo de una candidatura que ha intentado suplir con imaginación y mucho contacto ciudadano el reto de resistir como única opción rupturista y de izquierdas a lo que califican como el doble bipartidismo de PP y PSOE, y Ciudadanos y Podemos.
El resto se ha echado en Madrid, Sevilla, Málaga, Asturias, Valencia y Zaragoza, donde se aspira a lograr escaño. El objetivo: formar grupo en el Congreso que resulte determinante para hacer políticas de izquierdas, en el parlamento más fragmentado de la historia, en el que muchas votaciones pueden decantarse por un puñado de escaños. Este domingo sabremos si la corriente de simpatía e ilusión percibida en la campaña se traduce en papeletas o si el fantasma del voto útil vuelve a castigar a la coalición.
