Sánchez reivindica a Lozano mientras los barones intentan pasar página
El silencio de Susana Díaz suena a determinación de evitar el enfrentamiento directo ante una situación que indigna al PSOE andaluz, que sí que ha apoyado hoy todas las listas
Madrid
El de ratificación de las listas para el 20-D ha sido un comité federal extraordinario porque así rezaba en la convocatoria pero, sobre todo, por todo lo que ha ocurrido en la Fundación Diario de Madrid, donde se ha reunido. No ha sido en Ferraz, ha durado escasas dos horas y sólo han intervenido nueve personas, de ellos solo cuatro máximos responsables territoriales y ninguno de ellos referentes de federaciones potentes. Las listas han salido adelante con una amplia mayoría, pero en el ambiente flotaba la incomodidad después de la controvertida decisión de Pedro Sánchez de fichar a Irene Lozano, ya exdiputada de UPyD, para su lista de Madrid. El líder socialista ha reivindicado su decisión: "El PSOE no es patrimonio exclusivo de sus militantes, lo es de todos los ciudadanos progresistas que quieren cambiar España", ha dicho a puerta cerrada mientras los barones intentaban pasar página y Susana Díaz guardaba un silencio que decía mucho de su absoluto malestar.
La consigna era enfriar los ánimos y evitar que, en la campaña de las generales, la Operación Lozano envuelva al partido en una crisis que perjudique a sus intereses. Por eso Guillermo Fernández Vara ha reconocido que no comparte la decisión de incorporar a las listas a la exdiputada de UPyD, pero ha recalcado que está convencido de que el secretario general del PSOE ha hecho este "fichaje" pensando en "lo mejor" para el partido. Y está en su derecho, ha proclamado después de levantar ayer la voz contra Lozano. Cierre de filas intencionado igual que Ximo Puig (Valencia) o Emiliano García Page (Castilla La Mancha). Carme Chacón ha dicho que Lozano es una "buena parlamentaria" y Sara Hernández, de Madrid, ha defendido con entusiasmo, ella sí, la estrategia de Sánchez.
Lo de Susana Díaz ha sido especialmente comentado por inusual. No el retraso de su llegada, es habitual que aparezca la última, sino su silencio fuera y dentro del Comité Federal. Suele intervenir siempre después de líder socialista, pero este sábado ha callado para evitar el enfrentamiento directo con la dirección federal a cuenta de un fichaje que indigna al PSOE andaluz. Lozano, entre otras cosas, ha dicho que en Andalucía se estaba cerca de "la dictadura perfecta". Estas críticas hicieron que el viernes su número dos, Juan Cornejo, dijera públicamente que no iba a votar la candidatura de la exdiputada de UPyD. El día después Andalucía ha votado en bloque a favor del conjunto de las listas, evitando que pueda interpretarse su discrepancia como una declaración de guerra en plena tregua electoral.
Tampoco ha habido críticas de socialistas asturianos. Su secretario general y presidente del Principado, Javier Fernández, había justificado su ausencia, aunque en su federación el fichaje no ha gustado. Lo entiende, eso ha dicho, la cabeza de lista asturiana y miembro de la Ejecutiva federal, Adriana Lastra, pero ha recalcado que está convencida de que Lozano ha cambiado de opinión sobre los socialistas asturianos, contra quienes arremetió a cuenta de su ruptura con UPyD.
Lejos de desdecirse, Pedro Sánchez ha defendido su decisión. Ha evitado la polémica y no ha aludido en ningún momento a la incorporación de Lozano como 'número cuatro' en la lista del PSOE por Madrid, aunque en su primera intervención ha expresado su gratitud a todos los candidatos, a los "de dentro y fuera del partido". Y a puerta cerrada es cuando ha lanzado con claridad un mensaje a los suyos: el PSOE, ha venido a decir, es un partido abierto a todos los progresistas, no es patrimonio "exclusivo" de los militantes.
Consciente de que su modo de proceder con Lozano ha desestabilizado el patio interno, ha querido además reivindicar su mandato, el momento en el que está el partido sólo un año y poco después de que él accediese al poder: ahora, ha dicho, hay un PSOE "más fuerte y más unido", un partido centenario que está "en pie". Ha contrapuesto esa foto a la que, a su juicio, ofrece ahora el PP.
Cierre de filas, al menos de cara a la galería, en un ambiente de cierta frialdad e incomodidad. Este domingo volverán las sonrisas electorales. Pedro Sánchez presenta a todos los candidatos, Irene Lozano incluida, en un gran acto en Madrid.