El “día de la rabia” palestina castiga Jerusalén
Tres israelíes muertos y 20 heridos en cuatro ataques en los que han fallecido dos agresores
Jerusalén
Los gritos desesperados de una israelí guían hasta el lugar del ataque. “Los palestinos enseñan a sus hijos desde los 12 o 13 años cómo matar judíos. Hay que echarlos de aquí, hay que echarlos a balazos”, lanza esta madre de familia, señalando el barrio palestino cercano de Jabel Mukaber.
Un ataque en un autobús en el que han muerto dos israelíes más uno de los agresores palestinos ha conmocionado este martes a los vecinos de Armon Hanatziv, un asentamiento situado en Jerusalén este. El ataque ha significado además un cambio en el modus operandi de estas agresiones. Primero porque no fue sólo un apuñalamiento y los dos palestinos también tirotearon a los pasajeros, y segundo porque no hubo distinción a la hora de disparar, aunque hasta ahora los blancos de los ataques habían sido claramente policías, colonos y ultraortodoxos.
“No estamos sorprendidos por estos ataques, tenemos el mismo sentimiento desde hace 21 años, desde 1994, desde los acuerdos (de paz) de Oslo. En este barrio sentimos que los palestinos tienen cada vez más fuerza y nosotros la estamos perdiendo”, dice Michael, que vive a pocos metros del lugar de este atentado.
Momentos después de este ataque, un palestino arrolló a varios peatones en un barrio ultraortodoxo de Jerusalén y mató a una persona. El resultó herido grave. Además, se han registrado dos apuñalamientos más en las ciudades israelíes de Ranana (centro) y Kyriat Ata (norte) en las que hay varios israelíes heridos. En total una veintena de israelíes han resultado heridos este martes.
Los palestinos habían anunciado un “día de rabia” este martes, una jornada de cólera en la que multiplicarían sus manifestaciones antiisraelíes. En ciudades de toda Cisjordania centenares de palestinos han salido a la calle para denunciar las políticas israelíes. En Gaza, al menos 15 palestinos han resultado heridos cuando la policía israelí abrió fuego a la altura del paso fronterizo de Erez, una de las ‘puertas’ de entrada y salida entre la Franja e Israel. En Gaza han muerto violentamente 11 palestinos desde la semana pasada.
Ante este incremento de la violencia, las medidas tomadas hasta ahora por los responsables israelíes parecen resultar totalmente estériles. El primer ministro Benjamín Netanyahu ha convocado este martes una reunión de urgencia de su gabinete de seguridad y el alcalde de Jerusalén, Nir Barkat, presente en el lugar de uno de los ataques, garantizó que sólo la mano dura podrá frenar esta escalada.
“No vamos a dudar, vamos a estar seguros de que los terroristas paguen un alto precio. En la situación actual, si tú eres un terrorista, tienes un cuchillo y apuñalas a gente vas a morir. Piénsalo dos veces antes de hacer nada”, dijo a los periodistas.
De parte palestina, el secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erekat, anunció que van a apelar a la justicia internacional debido a la manera en que el gobierno israelí está neutralizando a los autores o presuntos autores de los ataques de los últimos días. En los últimos días, responsables palestinos han denunciado excesos y ejecuciones de personas cuya intención de atacar no estaba en absoluto demostrada.
Varios ministros israelíes también quieren que se bloqueen las entradas y salidas de los barrios palestinos de Jerusalén-Este. Fuentes de los servicios de inteligencia israelíes han concluido que un 80% de los 23 ataques perpetrados desde el 2 de octubre fue cometido por palestinos de Jerusalén.
“El número de terroristas que ha surgido de los barrios árabes de Jerusalén es inaceptable. Inaceptable. Tenemos que bloquear y controlar mucho más de lo que estamos haciendo. Mientras haya gente que venga de estos barrios con la intención de matar a gente inocente al otro lado, bloquearemos los accesos”, dijo Barkat este martes.
Hasta el momento, casi 30 palestinos y 7 israelíes han fallecido en esta ola de violencia que algunos califican ya de tercera intifada.
El origen de esta escalada hay que buscarlo en circunstancias que se están produciendo desde hace meses. En primer lugar la tensión en la Explanada de las Mezquitas, lugar santo musulmán que también es venerado por los judíos, quienes sin embargo no tienen derecho a rezar en su interior. El statu quo de 1967 establece que sólo el culto musulmán está autorizado en el lugar. Sin embargo, grupos radicales judíos visitan con frecuencia la Explanada lo cual es considerado una provocación por los musulmanes. Desde hace semanas, ha habido importantes enfrentamientos entre policía israelí y palestinos que quieren “defender la mezquita Al Aqsa”, situada dentro del complejo.
Paralelamente, los asentamientos israelíes avanzan en Cisjordania y Jerusalén-Este. Según datos de ONG israelíes, más de 600.000 personas viven en estas colonias, consideradas ilegales por la comunidad internacional. Los palestinos se dicen asfixiados y sienten que cada vez tienen menos tierra y menos libertad y que su gobierno y la comunidad internacional no hace apenas nada para evitarlo.
Las conversaciones de paz están congeladas desde hace año y medio y según un reciente sondeo, más de la mitad de los palestinos cree que la resistencia armada es un medio más eficaz para conseguir su futuro Estado que sentarse de nuevo a negociar con Israel.