Mujeres musulmanas veladas cuentan sus experiencias en un aplicación web
Musulmanas de diferentes nacionalidades cuentan, vía una aplicación que las mantiene en el anonimato, cómo es su vida diaria al llevar velo. 'Whisper', 'susurro' en español, les ofrece la oportunidad de discutir online sobre sus relaciones con los parientes, los problemas cotidianos o aspectos relacionados con el trabajo y la religión
Rabat
Numerosas mujeres musulmanas de diferentes países utilizan las nuevas tecnologías para compartir su vida cotidiana y sus experiencias con el hiyab, el velo que cubre la cabeza y el cabello. Esta prenda a veces causa comentarios, tensión, prejuicios y muchas explican cómo se les trata en el ámbito público. "Acabo de ser acosarme porque llevo velo. Es la primera vez que me sucede esto desde que he venido de Suecia y todavía estoy en shock", escribe una usuaria de la aplicación.
Una cosa es cierta: el velo llama la atención. "Soy una estudiante musulmana que lleva hiyab. Empecé a ir al gimnasio el mes pasado. No importa, repito, esto no es importante, así que deja de mirarme, yo soy como tú", dice una de las mujeres.
El pañuelo puede causar desacuerdos, incluso en las relaciones más importantes. "Mi ex me acaba de dejar porque me pongo un hiyab", dice un comentario; y en otro una mujer asegura que "es muy molesto cuando la gente dice que estoy oprimida porque llevo velo. Pero lo que es más molesto es la opresión que siento cuando la gente me empuja a quitarlo".
En ocasiones se asocia a terrorismo, como explica esta chica, "primer día de clases y ya me están tratando como terrorista porque tengo velo".
El velo es un debate recurrente en las familias. "Mis padres todavía están enojados conmigo porque yo no quiero usar el hiyab". Los padres no están excluidos de la polémica, algunos informes desvelan cómo el velo puede ser un tema de desacuerdo entre las hijas y sus padres. Hay quienes afirman su derecho a usarlo, a pesar de un entorno reacio: "A mis padres no les gusta el hecho de que me ponga velo. Somos una familia musulmana pero mi madre no lo lleva. Y me recuerdan cada día que tengo que replantearme llevar pañuelo".
Por el contrario, algunas se ven obligadas a taparse el cabello aunque no lo desean. "Quiero quitarme el velo, pero tengo miedo de perder a mis padres y la gente que quiero. Me siento como si poco a poco me fuera perdiendo atrapado en él", confiesa una joven. Un deseo compartido por otra usuaria, quien admite que sufre pero se niega a llevar velo a pesar de la oposición de la familia: "Mis padres todavía están enojados conmigo porque yo no quiero llevar el hiyab. Yo simplemente no quiero".
Muchas tratan de minimizar que se cubren la cabeza. "El hecho de que me ponga un hiyab y sea musulmana no quiere decir que yo no sea como las demás. Uso maquillaje, joyas, tengo una habitación de color rosa y me encantan la cosas de mujeres. No soy menos educada, simplemente he optado por vestirse de esta manera".
Finalmente, hay quienes reafirman su orgullo de llevar el hiyab y quieren luchar contra las ideas erróneas. "¿Crees que no quiero mostrar mi belleza al mundo? Pues sí quiero. ¿Crees que no me siento bien cuando me pongo mi velo? Me siento hermosa. Prefiero simplemente compartir mi belleza con Dios y el hombre que amo. Mi cuerpo es mi elección. Mostrar mi belleza no me va a ayudar en la vida", explica una participante en el foro.