Llanto en el país de las mil sonrisas
El terrorismo ataca el pilar económico de un país emergente
Varias personas buscan a sus familiares en el lugar donde ha explosionado una bomba frente a un templo budista en Bangkok, Tailandia. / RITCHIE B. TONGO (EFE)
Madrid
Algo más de 116.000 españoles visitaron Tailandia en 2014. Una cifra que lleva varios años creciendo un 10% anual porque el país de las mil sonrisas es un destino muy popular entre los turistas españoles, que valoran su exotismo, su diversidad cultural y sobre todo, su seguridad. A diferencia de nuestros vecinos del centro y norte de Europa, los españoles priman más la mitad septentrional de Tailandia (Bangkok, las ruinas de Ayuttahya, Chiang Mai y Chiang Rai) que las largas playas del sur, porque van en su mayoría a Tailandia en busca de cultura, templos, gastronomía y contacto con sus gentes. Y por supuesto... de compras. Por eso es un tipo de viajero muy apreciado por los tailandeses.
A la hora de redactar estas líneas ningún grupo se había atribuido la autoría del atentado en el templo hindú de Erawan, que ha costado la vida al menos a 19 personas, pero me atrevería a adelantar que no es un atentado contra Tailandia ni contra el gobierno tailandés. Ni un conflicto religioso. Creo que por desgracia es –una vez más- un atentado contra el turismo. Y esa bomba podía haber estallado en Londres, en Hong Kong o en Kathmandú. Hay unas fuerzas oscuras pero muy conectadas con la realidad decididas a atacar la industria turística tanto por su condición de icono de la civilización occidental como por ser el pilar económico de muchos países emergentes o en vías de desarrollo.
Tailandia, potencia turística de la región
El turismo genera el 9,8% PIB mundial, muy por encima de otros sectores que, a priori, parecen más poderosos, como el del automóvil (7%) o la banca (5,9%).
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Tailandia es la potencia turística de la región. Y Bangkok uno de los destinos más grandes del sudeste asiático, por el que pasan a diario viajeros de medio mundo en busca de su destino en el otro medio. Un país que ofrece playas de ensueño, una cultura milenaria, templos de alto valor histórico, paisajes exóticos, una de las gastronomías más elaboradas del mundo. Y sobre todo, simpatía, mucha simpatía hacia el extranjero. Lo del país de las mil sonrisas es un eslogan merecido porque la cultura budista, mayoritaria en Tailandia, parece impregnar de bondad y paz cada uno de sus actos: en pocas capitales de Asia puedes moverte por la noche en un tuc-tuc tú solo con tanta tranquilidad como en Bangkok. Aunque luego las élites lleven medio siglo peleando entre sí por llegar al poder con golpes de estado nada cruentos a los que el pueblo permanece en su mayoría ajeno.
Quienes han puesto una bomba en un lugar céntrico y frecuentado por turistas de Bangkok lo saben y sabían el efecto mediático que iba a tener.
En espera de los resultados de la investigación de las autoridades tailandesas, hay que mantener la serenidad y de no dejarse llevar por el miedo. Ni por la histeria oficial. Es lo que buscan los que ponen bombas en Bangkok o ametrallan turistas en Túnez. Los touroperadores contactados coinciden en que de momento no ha habido cancelaciones ni cambios de programas significativos entre sus clientes.
Si pensaba ir estos días a Tailandia, no deje de hacerlo. Descubrirá un país amable y fascinante.
