Marruecos expulsa al demandante de asilo atrapado un mes en el aeropuerto de Casablanca
Las autoridades marroquíes devuelven a su país, Sri Lanka, al ciudadano demandante de asilo que lleva atrapado en el aeropuerto de Casablanca desde el 3 de julio procedente de Málaga y que corre peligro
Rabat
"Si llego a Sri Lanka mi vida termina, la policía me va a coger. ¿Sabes? Sri Lanka no es como Europa. Definitivamente, mi vida termina porque me van a matar", decía Sinyanthan esta mañana a la SER por teléfono, pocas horas antes de que le metiesen en un avión de las líneas aéreas de Emiratos Árabes rumbo a su país.
Siyanthan, de 34 años, pertenece a la etnia minoritaria tamil, que se enfrentó al Gobierno en una guerra civil. Salió de Sri Lanka en 2011 después de ser detenido y torturado, en varias ocasiones, por su raza. Hasta el momento vivía en Kenia, pero el 22 de junio viajó destino a España con intención de instalarse en el país. En el aeropuerto de Málaga le detuvieron por llevar un visado falso y el 3 de julio lo expulsaron a Marruecos, donde había hecho la última escala.
"Su vida corre peligro porque está en busca y captura en su país. Ha aportado documentación para solicitar el asilo, fotografías donde se ve que sufrió maltrato y el cartel donde lo buscan", explica a la SER su abogado español, Carlos Játiva. Siyanthan también teme por la vida de su madre, la única familia que le queda en el país. El padre vive en Inglaterra y su hermana reside en Francia.
Hasta esta mañana, estuvo cinco semanas atrapado en la sala de tránsito del aeropuerto de Casablanca sin poder asearse, durmiendo en las sillas, y sin dinero ni ropa. En Marruecos ni tan siquiera han registrado su solicitud de asilo, según denuncia en un comunicado el Grupo Antirracista de Acompañamiento a Extranjeros y Migrantes (Gadem).
El responsable jurídico de esta organización, Stéphane Julinet, detalla a la SER que "es ilegal ya que la ley no contempla tener a un pasajero más de veinte días retenido en el aeropuerto. Además el artículo 33 de la Convención de Ginebra prohíbe la devolución de demandantes de asilo sin una orden judicial".
Las asociaciones de derechos humanos solicitan a las autoridades marroquíes que lo admitan bajo asilo político y exigen que España también asuma sus responsabilidades.