Una TVE con déficit que sigue invirtiendo dinero en fútbol
RTVE ofrecerá los partidos en abierto de La Liga BBVA y las eliminatorias de la Copa S.M. el Rey
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Gareth Bale, jugador del Real Madrid / Jason Cairnduff (Reuters)
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Madrid
RTVE cerró 2014 con unas pérdidas de 96,1 millones de euros, un incremento de casi 20 millones de euros con respecto al año anterior que se cerró con 78 millones en números rojos. La sangría económica del Ente público desde que en 2010 se aprobó la Ley de Financiación de RTVE (la que eliminaba la publicidad y demás) es una constante al cierre de cada ejercicio.
En RTVE se han puesto en marcha diversas medidas para reducir los números negativos; medidas -casi todas ellas- que han ido en detrimento del servicio público que una televisión estatal debe de proveer a los ciudadanos. Una semi-bancarrota que ha servido de paraguas para justificar despido de personal, cancelación o almacenamiento de series de éxito, apuestas por formatos de entretenimiento de muy bajo coste y peor calidad, innumerables cambios en las corresponsalías, venta de estudios, reducción de la cobertura informativa a deportes minoritarios…
Todo en pro de la disminución del gasto, una postura que, si bien cuesta entender en las formas, es comprensible en el fondo.
Paradójicamente, RTVE ha llevado en los últimos tiempos una política de inversiones en paralelo a las medidas de recorte. Contratación de personal ajeno a RTVE -lo que los trabajadores y sindicatos denominan como creación de una "redacción paralela"-, aumento de contenidos taurinos, encargo a productoras privadas de desarrollo de programas de política como 'Así de claro' -sonado fracaso capitaneado por Buruaga- o adquisición de derechos de retransmisión de fútbol.
La Liga en abierto se verá en RTVE
Lo que en una empresa privada puede suponer una política de estímulo económico -invertir en contenidos que generen más ingresos pese a los números rojos-, en la actual RTVE carece de todo sentido común: más audiencia no le va a reportar mayores beneficios económicos puesto que RTVE no trinca del pastel publicitario.
Así, ¿cómo se explica que la televisión que hace un año se planteaba el cierre de Teledeporte -su canal temático deportivo- se haga ahora, y tras presentar mayores pérdidas económicas que en el ejercicio anterior- con los derechos de retransmisión de la Liga BBVA y las eliminatorias de la Copa del Rey? ¿Cómo se explica que una cadena pública con serios problemas económicos apueste por un paquete futbolístico que las privadas -tanto Mediaset como Atresmedia- han comprobado que, salvo en ocasiones puntuales, ni se rentabiliza en audiencia ni en dinero?
Tal y como anunció este viernes -casi a las 9 de la noche-, RTVE y la LaLiga han llegado a un acuerdo para la retransmisión de los partidos en abierto y en exclusiva de la Liga BBVA, así como de las eliminatorias de la Copa S.M. el Rey. Este acuerdo contempla: la emisión de un partido en directo de cada jornada de Liga de 1ª División (en segunda selección, en exclusiva) y y un partido en directo de la Copa de S.M. el Rey de cada jornada (también en segunda selección).
No será este el único hueco que dedicará en su parrilla TVE a la retransmisión de partidos de fútbol. Cabe recordar que, un par de meses antes de anunciar el cierre de Teledeporte (medida que con la salida de Echenique y la llegada de José Antonio Sánchez se desestimó), la Corporación había llegado a un acuerdo con UEFA para emitir todos los partidos de la Selección española en la fase de clasificación para la Eurocopa 2016 de Francia y para la del Mundial 2018 de Rusia.
El fútbol, ¿un intento de camuflar las malas audiencias?
Esta inexplicable apuesta por los costosos contenidos futbolísticos solo puede deberse a una razón: aferrarse al dato del fútbol para salvar una cada vez más prominente pérdida de audiencia.
Desde hace unos años, La 1 no solo ha dejado de ser la cadena más vista, sino que ya no puede competir contra Antena 3 o Telecinco. Su objetivo a corto plazo está en no caer al terreno de cadenas como laSexta o Cuatro más que en el ilusorio panorama de volver a luchar contra las dos grandes privadas.
En esta situación, el fútbol ha resultado un bálsamo maquillador que ha permitido al canal liderar algunos días y ganar décimas a fin de mes que han frenado la aparición de titulares negativos en la prensa especializada.
Una cortina de humo que en esta nueva temporada televisiva que comienza en septiembre corría peligro de venirse abajo: RTVE ya no tiene los derechos de la Champions League, el torneo futbolístico que mejores audiencias reporta. ¿Qué hacer ahora que la Champions en abierto ha caído en manos de Atresmedia? Apostar por ese otro trozo del pastel futbolístico, menos suculento, que es el partido en abierto de la Liga.
No dará la audiencia estratosférica que proporciona la Champions, pero sí cumplirá el objetivo de mejorar levemente la cifra de share de la cadena. Lo que, a día de hoy, sería insuficiente en Telecinco o Antena 3, en La 1 puede ser aceptable. Si además se pueden rellenar horas de programación en canales temáticos como Teledeporte, la inversión parece ser justificable desde el punto de mira cortoplacista que posee la actual gestión del Ente.
La duda es qué contenidos más propios de una cadena pública se perderá el espectador por esta costosa decisión de seguir adquiriendo derechos futbolísticos. Cuántos conflictos internacionales continuarán sin recibir el tratamiento adecuado en un informativo de cadena pública -por caro-, cuántos excelentes documentales o programas de divulgación científica no serán adquiridos o cuántas series de televisión se verán canceladas o mermadas en su presupuesto -y, por ende, en su calidad- por esta incomprensible apuesta de RTVE por el fútbol. Es el concepto de servicio público de la actual RTVE.