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Protesta con sujetadores en Hong Kong por una sentencia machista

Una mujer fue acusada de utilizar sus senos como 'arma' contra un agente

Activistas portan sujetadores en su marcha por las calles de Hong Kong. / JEROME FAVRE (EFE)

Activistas portan sujetadores en su marcha por las calles de Hong Kong.

Madrid

Más de 200 personas salen a la calle ataviadas con sujetadores en las calles de Hong Kong. Protestan contra una sentencia que consideran injusta y machista. Los hechos se remontan a una manifestación anterior en la que participaba Lai-ying. Esta mujer de 30 años denunció a un policía por abusar de su autoridad. Según su versión, intentó apartarla por la fuerza y llegó a tocarle un pecho intencionadamente.

El relato del policía, radicalmente opuesto, afirmaba que la mujer había tratado de ‘agredirle’ con sus pechos. Finalmente, los tribunales aceptaron la justificación del agente y declararon culpable a la mujer, con una condena de 3 meses y 15 días de prisión. De hecho, el magistrado al que el caso fue asignado llegó a enunciar que la acusada había tratado de ‘’ensuciar la reputación’’ del agente. Es más, según detalla el diario South China Morning Post, concluyó que había ‘’usado su identidad femenina para inventar la denuncia de que el funcionario la había molestado".

El magistrado mostró su orgullo por haber dictaminado tal sentencia y calificó a la misma como ‘’ejemplar’’. Según su opinión, atacar a los policías es un hecho grave y podría haberse tomado como modelo a seguir en próximas protestas. Lai-ying, en realidad, se encontraba reivindicándose en contra de la visita de chinos que acuden a la ciudad para comprar productos más baratos y de mayor calidad. Una cuestión de amplio calado histórico, relacionada con su antigua posición como colonia británica.

Sujetadores en el aire como método de reivindicación.

Sujetadores en el aire como método de reivindicación. / TYRONE SIU

Sujetadores en el aire como método de reivindicación.

Sujetadores en el aire como método de reivindicación. / TYRONE SIU

Molestos ante lo que consideran una sentencia propia de las mentes más retrógradas y absurdas, se convocó una nueva protesta ilegal el pasado domingo. Al grito de ‘’no son un arma’’, hombres y mujeres paseaban ataviados con sujetadores de todos los colores.

Entre los indignados con esta acusación, numerosas activistas. Tal es el caso de Cheuk-ling que se preguntaba cómo los senos podrían convertirse en un arma. La preocupación es que, debido a este tipo de sanciones, las mujeres eviten participar en protestas de calado político.

 
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